Por Andreas Kalcker
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Manual de uso de los protocolos
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En este capítulo vamos a hablar de los protocolos que se utilizan en el uso del dióxido de cloro. Podemos encontrar por Internet muchas versiones de los protocolos. Mi intento aquí es poner un poquito de orden, creando un nuevo sistema eficaz y simple, descartando la información que haya quedado antigua y desfasada y evitando las confusiones que causan problemas y desinformación.
AVISO LEGAL: Este documento no representa una recomendación de tratamientos médicos, es una recopilación de datos de voluntarios de autosuministro, y debe servir como base para una futura investigación clínica universitaria profesional.
- La mayoría de las enfermedades tienen su origen en el sistema gástrico intestinal.
- CD elimina la toxicidad y deshace las adherencias. Si se elimina la toxicidad, se reduce la fatiga.
- El CD elimina biofilm, bacterias, cándidas, hongos, materia fecal encapsulada y parásitos.
- A través del colon tenemos acceso rápido al hígado por la vena porta.
- El circuito sanguíneo pasa por el hígado cada 3 minutos.
- Es una manera fácil y rápida de desintoxicar el hígado y la sangre.
- Eficaz en enfermedades crónicas y autoinmunes.
- En la antigüedad ya lo sabían, hasta los años 60 era común esta práctica.
- En la actualidad se ha perdido, ya que se ve como algo sucio.
- Es un método básico de curación hindú.
- Es imprescindible en terapias de detoxificación.
- Una deposición diaria, significa salud intestinal.
- Este protocolo sustituye un tratamiento oral en la mayoría de los casos.
- 15 minutos después de la última dosis (2 horas después del comienzo del protocolo F, se puede continuar con protocolo C si se cree necesario hasta recuperación.
- Si salimos de casa, llevaremos el tratamiento con nosotros, preferiblemente a temperatura fresca en un termo o envoltorio aislante.
- Es imprescindible y muy importante, no tomar medicamentos, ni comidas, en la hora previa y la hora posterior a estas dos horas de tomas del CDS.
- Tampoco se recomienda hacerlo en ayunas. Si es necesario se puede repetir el protocolo unas horas más tarde.
Quiero remarcar que ya no utilizamos el ácido cítrico al 50% como activador, ya que es demasiado fuerte pues la solución resultante tiene un pH demasiado ácido, facilitando el crecimiento de ciertas bacterias oportunistas como Citrobacter, que se nutren del citrato sobrante de la reacción. El ácido cítrico también es el causante de una sobre acidificación del intestino, habiendo causado diarreas en el pasado. Al ser un ácido lento, no es tan eficaz como el ácido clorhídrico al 4%, y además el ácido clorhídrico es el ácido que tenemos en el estómago por naturaleza.
Recuerde que la mezcla de los dos componentes, clorito sódico con el ácido clorhídrico, nunca se ingiere ni sólo, ni directamente. Ambos componentes se deben activar en un vaso seco, esperando que la reacción los transforme en color amarillo ámbar. Esto puede durar según la temperatura exterior de 30 segundos a un minuto. El color amarillo ámbar nos indica que la mezcla esta lista para que se añada el agua. Nunca se utiliza de manera concentrada. Deben mezclarse a partes iguales uno y otro, pues se guardan cada uno en su botella. La relación de la mezcla con el activador es de 1:1, es decir una gota de ácido clorhídrico al 4% con una gota de clorito sódico al 25%.
Normalmente, el tratamiento es más efectivo si se utiliza en dosis pequeñas, que si lo hacemos en dosis grandes por la mañana y por la noche.
En caso que aparezcan mareos, náuseas o diarrea, simplemente se debe reducir la dosis. Hay que evitar la ingestión de vitamina C u otros antioxidantes, ya que anulan la eficacia del dióxido de cloro. Significa que el dióxido de cloro reaccionaría con la vitamina C, en vez de reaccionar con los microbios ácidos del cuerpo.
Los protocolos que se usan en cada caso deben ser dinámicos y adaptables para cada persona, ya que no es lo mismo una persona entrenada, capaz de soportar estrés oxidativo, que una persona muy enferma, con quien hay que empezar muy poco a poco. Por regla general podemos decir que se empieza con la dosis mínima subiéndola paulatinamente. Yo he recibido miles de e-mails preguntándome qué dosis hay que utilizar para esta o aquella enfermedad.
La respuesta es: la dosis más alta que te haga sentir bien.
Para evitar equivocaciones: CADA persona que vaya a utilizar CD debe saber con exactitud cómo preparar las dosis. Si usted se lo enseña a alguien, debe asegurarse de que esa persona lo prepare al menos una vez ante sus ojos, para comprobar que no hay equivocaciones en el proceso.
Materiales de preparación:
¡¡¡NUNCA UTILIZAR RECIPIENTES DE METAL!!!
1. Clorito de Sodio al 25%.
2. Ácido Clorhídrico al 4%.
3. Agua mineral o destilada.
4. Botellas PP/HDPE/PE con gotero oftalmológico. Todos estos materiales son resistentes y soportan alta alcalinidad y acidez (pH 13 / pH 1).
5. Utilizaremos recipientes de cristal para la mezcla. No se utiliza goteros de goma. El pH es muy alto y degrada la goma (foto).
Clases de microbios
Cada microbio debe tratarse según su naturaleza, se puede generalizar de la siguiente manera:
1. Virus: múltiples dosis pequeñas, por su capacidad reproductiva rápida.
2. Bacterias: dosis mayor, más espaciada.
3. Hongos: protocolos con persistencia, compruebe si hay parásitos.
4. Eliminar metales: requieren dosis altas durante tiempo.
5. Intoxicación: sorbos pequeños cada pocos minutos.
6. Parásitos: dosis altas. Una semana de mantenimiento como mínimo.
Reglas generales: (Advertencias y Contraindicaciones)
Cuanto más enferma se encuentre la persona a ser tratada, más lento debe ser el aumento de la dosis.
1. Hay que recordar que la inhalación masiva es tóxica, así que se debe evitar su respiración prolongada directa.
2. Como posible interacción (medida preventiva), hay que tener en cuenta el uso de los anticoagulantes (Sintrom-warfarina, heparina, etc...). El dióxido de cloro no aumenta la dilución de la sangre directamente, sino que aumenta la carga eléctrica en las membranas de los hematíes, haciendo que se repelan entre sí, cosa que se refleja en el índice de la medición.
3. En el caso de estar tomando un medicamento para una enfermedad "crónica", muchos voluntarios han experimentado tal mejora que han podido reducir la dosis del medicamento paulatinamente, comprobando a menudo los niveles de medición (medicación para la hipertensión, diabetes.).
4. Algunas personas informan acerca de síntomas parecidos a los de un resfriado cuando se utiliza CD. Esto puede producirse por microbios encapsulados en la mucosidad de la nariz o los pulmones de un resfriado anterior, llamado "biofilm". Los gérmenes a veces se encapsulan en el moco endurecido pero siguen vivos. El gas ClO2 es conocido en la industria de saneamiento de aguas, ya que es capaz de eliminar este biofilm, debilitando el moco y los antiguos gérmenes del resfriado.
5. Hay que recordar que el dióxido de cloro funciona como oxígeno al fuego, muy poco no sirve y demasiado puede provocar una reacción muy fuerte, así que experimente y decida por usted mismo, escuchando a su cuerpo. No se debe forzar nada. Si ha iniciado un protocolo y tiene algún indicativo de algo que no le hace sentir bien —no hay que confundir tampoco con las crisis curativas, que muchas veces parecen efectos adversos cuando en realidad el cuerpo ha iniciado el camino hacia la recuperación— debe disminuir la dosis hasta que los efectos negativos desaparezcan y luego continuar con la pauta. Ajuste la dosis para tomarla con comodidad. La finalidad es que no se aborrezca. No se acelera el proceso de curación tomando más de lo que se debería.
6. Mucha gente también pregunta cuánto tiempo se puede utilizar el dióxido de cloro. Esto depende de la enfermedad y de la dosis. En dosis pequeñas no debe haber problemas ni siquiera a muy largo plazo, como indican las pruebas clínicas obtenidas con ratones y abejas durante dos años. De hecho, el residuo que deja el dióxido de cloro es oxígeno y unos pocos miligramos de sal, que el cuerpo los absorbe, es inocuo incluso para personas a quienes la sal está desaconsejada.
7. Se puede utilizar el tiempo que cada uno lo vea necesario. En teoría toda la vida, pero tampoco veo razón para esto. Hay que escuchar el cuerpo y cuando está mal podemos recurrir al dióxido de cloro, para ayudarle en su recuperación, aportando oxígeno a todas las zonas ácidas y enfermas.
8. Una dosis alta de CD en ayunas puede causar vómito. El clorito sódico (NaClO2) acidificado (= activado) provoca una segunda reacción en el estómago, a diferencia del CDS. Hay que estudiar bien el caso, para saber qué protocolo es el que se aplica según la urgencia del caso. En casos sensibles siempre se debe empezar con CDS.
9. Activado con ácido cítrico puede provocar en personas sensibles acidosis intestinal y malestar, Citrobacter y algunos hongos. (ver Capítulo 5).
10. Tener en cuenta el estado, peso y edad de la persona.
11. La equivalencia de ingestión entre el CD (MMS) y el CDS aproximada, se ha establecido en 1 ml de CDS = 1 gota de CD (MMS) activada. Aunque científicamente no es del todo correcto, se establece así teniendo en cuenta la reacción secundaria en el estómago.
12. Antes de iniciar cualquier protocolo, comprobamos primero la compatibilidad para evitar efectos adversos. Para esto, se mezcla una gota de clorito sódico (al 25%) con una gota de ácido clorhídrico (al 4%), se espera un minuto hasta que esté amarillo ámbar y se añaden 100 ml de agua y posteriormente se ingiere. Si durante las próximas dos horas no hay efectos adversos, se puede iniciar el protocolo.
En caso de sobre-dosificación:
• Se puede tomar unos vasos de agua con bicarbonato o zumo licuado de unas manzanas frescas.
• Seguir protocolo establecido.
En caso de malestar:
• Puede ocurrir que CD destruya microbios más deprisa de lo que el organismo puede eliminar.
• Volver a la dosis del día anterior o reducir más.
El malestar puede estar ocasionado por:
1. La gran cantidad de microbios que se eliminan al mismo tiempo.
2. La toxicidad propia que los microbios en sí vuelcan sobre el sistema.
Algunos efectos secundarios manifestados:
• Malestar general, cansancio (mayor que el que provoca la propia enfermedad), náuseas, diarrea, vómito en algún caso.
Una cosa muy diferente es cuando la enfermedad requiere cantidades muy altas de CD, lo que sucede cuando se trata de una enfermedad terminal, grave, o de difícil recuperación. Hasta la fecha no existen indicios reportados de efectos negativos enzimáticos o de oxidación de minerales esenciales.
En todo caso hay algunas personas que han hecho como rutina, cada una o dos semanas un día de pausa, tomando fruta durante ese día de abstención. Otras personas utilizan protocolos de tres semanas con una semana de descanso, para luego hacer otras tres semanas consecutivas.
En mi opinión, esto es válido, ya que hay que escuchar qué es lo que nos pide el cuerpo, la idea es mejorar y no forzar porque sí.
QUÉ NO COMER NI BEBER:
1. Espaciar todas las dosis 1/2 hora de las comidas y 1 ó 2 horas de los medicamentos.
2. Zumo antioxidantes esperar mínimo 4 horas, mejor evitar.
3. Preferentemente, no mezclar CD con: café, alcohol, bicarbonato, vitamina C, ácido ascórbico, zumo de naranja, conservantes o suplementos (antioxidantes), aunque no suelen hacer interacción, pueden neutralizar la eficacia del dióxido de cloro.
Cuestiones de sabor:
Para disimular su sabor, sobre todo su olor:
• El CDS apenas sabe y es fácil de tomar. El ácido del activador debe ser ácido clorhídrico (HCl) al 4%.
• Tomarlo desde una botella para evitar evaporación del gas en la nariz.
• Tomarlo frío. Por debajo de 11 °C, el gas de dióxido de cloro no evapora.
• Ponerle un chorrito de cola.
• Mezclarlo con leche de arroz (biberón, vaso).
• Poner 1/4 de agua de mar y el resto agua mineral.
• Zumos de frutas no los recomiendo, ya que merman la eficacia por sus antioxidantes naturales.
Protocolo C. CDS (antiguo protocolo 101)
El protocolo C, o protocolo CDS, es un protocolo universal, apto para la mayoría de los tratamientos, fácil de realizar y prácticamente carece de efectos secundarios no deseados, con lo cual sería el recomendado para la mayoría de los tratamientos.
El protocolo C consiste en tomar 1 ml de CDS 0,3% (= 3000 ppm) diluido en agua cada hora, durante 10 veces al día (por esta razón en algunos lugares también es llamado protocolo 110).
• Se añaden 10 ml de CDS 3000 ppm (o 100 ml de CDS 300 ppm) a 1 litro de agua, por día y se toma cada hora una parte, hasta terminar el contenido de la botella (de 8 a 12 tomas).
• En caso de enfermedad grave o peligro para la vida debe elevarse la dosis, lenta y progresivamente, en dosis separadas, tomadas a lo largo del día y según como se sienta, llegando hasta 30 ml por litro de agua.
• Si fuera necesario tomar más, hay que preparar otra botella de agua. Debe reducirse la dosis si se siente malestar o náuseas. No se deben superar 80 ml en 12 tomas diarias (6 ml/h para 100 kg).
La duración del tratamiento sería el tiempo necesario, hasta que se sienta recuperado.
El protocolo C es el que se utiliza para poder tratar la mayoría de las enfermedades y también para hacer una limpieza general de toxinas o "détox". Es también un procedimiento de desintoxicación, probablemente el más eficaz que se conoce. Hasta la fecha no da problemas de efectos secundarios o interacciones indeseadas, y no suele causar diarrea.
Si se están tomando otros medicamentos, debe mantener una distancia prudencial de tiempo, de una a dos horas, para que no se pierda la eficacia del CDS.
Se puede añadir M parte de agua de mar, en caso de desmineralización.
Resumen protocolo C:
CDS/día |
Tomas diarias (1 Litro de agua) |
Dosis por hora | |
Limpieza general |
10 ml |
10 tomas |
1 ml |
Enfermedad grave |
30 ml |
10 tomas |
3 ml |
Casos extremos |
80 ml |
12 tomas |
6,7 ml |
Protocolo E. Enemas
El protocolo E, o protocolo Enemas, es uno de los protocolos más eficaces aparte de la ingestión, ya que permite absorber el dióxido de cloro a través de las paredes del colon, que a su vez lo llevan por la vena porta directamente al hígado, y por lo tanto está muy indicado para todos los problemas hepáticos, enfermedades crónicas, intoxicaciones, diverticulitis, eliminación de parásitos y mucosidades dañinas intestinales.
Las gotas se activan siempre en relación 1:1.
Procedimiento:
1. Utilizar un kit de irrigación. Suelen ser de 2 litros aproximadamente y se coloca = 1 metro más arriba de la persona.
2. Se llena el irrigador de agua y se preparan las gotas en un vaso aparte. Una vez activados se mezclan con el agua del irrigador.
3. Utilizar 10 gotas de CD activado (o 10 ml de CDS para casos sensibles) por cada litro de agua templada, a temperatura del cuerpo aproximadamente.
4. Se aplica un poco de vaselina o crema a la punta del mismo, mientras se introduce en el recto.
5. La mejor posición es estar tumbado en el lado derecho para facilitar la penetración fácil del agua.
6. Se abre la válvula y empieza a llenarse el colon. Se puede hacer en varias tandas pequeñas o también de una sola vez, según las condiciones y el bienestar de la persona.
7. Se intenta retener el líquido durante unos 3 minutos antes de evacuar, para incrementar la eficacia. Más de 5 minutos no es necesario.
10 gotas activadas de CD por cada litro de agua templada o como alternativa 10 ml de CDS por cada litro de agua templada.
Este protocolo es esencial en casos de enfermedades crónicas hepáticas, parasitosis, autismo y demás enfermedades gastrointestinales.
Frecuencia del tratamiento:
Según el grado de la enfermedad y condición del paciente, se suele aplicar hasta una vez al día, preferiblemente por la noche, antes de dormir.
Como regla general se utiliza cada dos o tres días durante una o dos semanas. Hay reportes de personas que han utilizado este protocolo hasta dos veces al día, durante un tiempo prolongado, para enfermedades graves, sin haber tenido efectos negativos secundarios en la mayoría de los casos. Lo mejor sería adaptarlo a cada persona.
Se le puede añadir agua de mar: 1 parte agua de mar + 3 de agua dulce.
A muchas personas les ha resultado muy útil el sistema YOGUI:
— 3 noches seguidas.
— 3 noches: una sí y una no.
— 3 noches: cada 3 días.
— 3 noches, una por semana.
Aunque este protocolo es eficaz, para hemorroides y fisuras rectales es más fácil aplicar el protocolo R de Rectal con perilla.
Notas:
Protocolo F. Frecuente (antiguo protocolo vírico 115)
El protocolo F, o protocolo Frecuente, consiste en tomar 1 ml de CDS
0,3% (solución de dióxido de cloro a 3000 ppm) cada 15 minutos en 150 ml agua, durante 1 hora y 45 minutos, es decir, en 8 tomas. Este protocolo está indicado principalmente para tratamientos de enfermedades víricas infecciosas repentinas.
Se reduce el tratamiento a sólo dos horas diarias y posteriormente se puede enlazar con el protocolo C el tiempo necesario del tratamiento, hasta que se sienta recuperado.
Se puede agregar de 8 a 10 ml de CDS 0,3%, en una botella de un litro de agua (destilada o mineral), y dividir la botella en 8 partes iguales, marcándolas con unas líneas, e ir bebiendo una marca cada quinceminutos.
1 ml de CDS cada 15 minutos durante 1 hora y 45 minutos en 8 tomas
8 ml de CDS en 1 litro de agua
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