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lunes, 2 de abril de 2018

¡Disfruta cada minuto!

La vida está llena de momentos de felicidad y alegrías, mas también de dolor y sufrimiento. Si el consejo es "¡disfruta cada minuto!" entonces hay que aprender también a disfrutar los momentos duros.

Si ponemos en una balanza para saber cuáles de esos momentos nos hacen crecer más, ¿cuáles deberíamos señalar? ¿los fáciles o los duros?

Como dicen los grandes sabios: Vive el momento y no importa cómo sea. Solo observa qué es, pues, así como es, es. ¿Fácil? disfrútalo. ¿Difícil? agradécele porque creces.

Si alguna vivencia "mala" me enseña duramente algo, claro está que no voy a agradecer a la maldad.

Pero sí puedo agradecer a Aquel que permitió que yo viviera el mal momento, pues de eso "malo" surgió algo bueno y crecí. Porque sin esos valiosos "regalos" yo sería aún "malo" y no hubiera mejorado.

Como dice el dicho: "No hay mal que por bien no venga".

Agradecemos al bien que nos envió el mal, eso es sabiduría.

Sabiduría que Job comprendió cuando recibió ese horrible mal de perder toda su familia (excepto a su esposa), todas sus riquezas y al final su salud. Ese mal recibido fue por el bien de Job. Él comprendió eso y transcendió a un estado mejor y más elevado.
Se entiende también que no debemos hacer apología a lo malo ni agradecer a la maldad.

Supongamos que alguien, en forma anónima, pone el dinero en mi bolsillo que necesito para salir de una horrible emergencia. ¡Nunca me enteré quién fue!

¿Y qué siente mi corazón en el fondo? ¿Agradecimiento a ese desconocido? Y si algún día llego a conocerlo ¿le agradeceré o me será indiferente?

La vida nos lleva por caminos insospechados:

"Esa emergencia de falta de dinero fue permitido para poder vivir experiencias duras."


Pongamos el caso que fue justamente el hombre benefactor el que me puso intencionalmente en la emergencia? Fue una experiencia dura, es cierto, pero su intención fue que creciera. Puso el mal, pero a la vez, a su debido tiempo, puso la solución.

Esas cosas pasan en la vida.

Hay incluso algunos padres lo hacen en la vida real.

Como el ejemplo de una película mexicana  llamada "Nosotros Los Nobles" en donde un papá millonario hizo como que lo perdió todo y fue a vivir con sus hijos en un lugar muy pobre. Los hijos con el tiempo se volvieron humildes después de vivir esa experiencia tan dura y mala. Pero él, al final, devolvió la riqueza a sus hijos.

amc

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