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jueves, 9 de mayo de 2024

Autoayuda: Cómo lidiar con personas tóxicas

Lidiar con personas tóxicas puede ser desafiante, pero aquí tienes algunos pasos que puedes seguir:

Reconoce los signos: Identifica comportamientos o actitudes que puedan ser perjudiciales para ti emocional o mentalmente. Estos pueden incluir críticas constantes, manipulación, chismes, etc.

Establece límites saludables: Determina qué comportamientos estás dispuesto a tolerar y establece límites claros con la persona tóxica. Comunica tus límites de manera firme pero respetuosa.

Mantén la calma: Es importante mantener la calma y no dejarse llevar por las emociones negativas cuando interactúas con una persona tóxica. Mantén la compostura y responde de manera asertiva en lugar de reaccionar impulsivamente.

Comunica tus sentimientos: Si te sientes afectado por el comportamiento de la persona tóxica, exprésale cómo te hace sentir de manera honesta pero constructiva. Usa "yo" en lugar de "tú" para evitar que la conversación se vuelva confrontativa.

Busca apoyo: Habla con amigos, familiares o un profesional de la salud mental sobre tus experiencias con la persona tóxica. Obtener una perspectiva externa puede ser útil para procesar tus emociones y tomar decisiones informadas.

Reduce la exposición: Si es posible, limita tu contacto con la persona tóxica o evita situaciones en las que sabes que es probable que surjan conflictos. Prioriza tu bienestar emocional y mental.

Cuida de ti mismo: Dedica tiempo a actividades que te hagan sentir bien contigo mismo y que te ayuden a mantener una perspectiva positiva. Esto puede incluir el ejercicio, la meditación, pasatiempos que disfrutes, etc.

Recuerda que no estás obligado a mantener relaciones con personas que te hacen daño. Prioriza tu bienestar y toma decisiones que te permitan vivir una vida más saludable y feliz.

miércoles, 2 de septiembre de 2020

El trabajo en soledad

El hombre viejo solía trabajar mucho
Un hombre viejo solía trabajar mucho en soledad y en su casa. Un día un amigo le preguntó:

—¿Por qué casi nunca se te ve salir?

Es que trabajo mucho.

—¿Cómo puedes estar trabajando tanto, no veo que produces nada?

Tengo que domar a dos halcones, entrenar a dos águilas, mantener quietos a dos conejos, vigilar a una serpiente, cargar a un asno y someter a un león.

—Pero, no veo ningún animal en tu casa, ¿dónde están? —preguntó el amigo perplejo.

Los tengo dentro —le contestó el viejo poniendo sus manos sobre su pecho—. Los halcones se lanzan sobre todo lo que se me presenta, bueno o malo, tengo que entrenarlos para que se lancen sobre cosas buenas. Son mis ojos y mi intelecto.

»Las dos águilas con sus garras hieren y destrozan, tengo que enseñarles a que no hagan daño. Son mis manos y raciocinio.

»Y los conejos quieren ir adonde les plazca, huir de los demás y esquivar las situaciones difíciles. Tengo que enseñarles a estar quietos donde deben estar, aunque haya un sufrimiento, un problema, o cualquier cosa que no me gusta… Son mis pies y mis pensamientos vacilantes.

»Lo más difícil es vigilar a la serpiente. Aunque se encuentra encerrada en una jaula de 32 varillas, siempre está lista para morder y envenenar a los que la rodean apenas se abre la jaula. Si no la vigilo de cerca, hace daño… Es mi lengua y mis palabras habladas.

»El burro es muy obstinado, no quiere cumplir con su deber. Pretende estar cansado y no quiere llevar su carga de cada día… Es mi cuerpo y mi alma.

»Finalmente, necesito domar al león, pues quiere ser el rey, quiere ser siempre el primero, es vanidoso y orgulloso… Ese es mi corazón«.

 

Fuente: Basado en una historia de webcatolicodejavier.org

martes, 20 de junio de 2017

El arrebato del enamoramiento

por Elizabeth Gilbert

La adicción (al enamoramiento) es típica en todas las historias de amor basadas en el encaprichamiento. Todo comienza cuando el objeto de tu adoración te da una dosis embriagadora y alucinógena de algo que jamás te habías atrevido a admitir que necesitabas —un cóctel tóxico-sentimental, quizá, de un amor estrepitoso y un entusiasmo arrebatador—. Al poco tiempo empiezas a necesitar desesperadamente esa atención tan intensa con esa ansia obsesiva típica de un yonqui (persona adicta a las drogas duras).

Si no te dan la droga, tardas poco en enfermar, enloquecer y perder varios kilos (por no hablar del odio al tipo que te ha fomentado la adicción, pero que ahora se niega a seguirte dando eso tan bueno, aunque sabes perfectamente que lo tiene escondido en algún sitio, maldita sea, porque antes te lo daba gratis).

La fase siguiente es la de la escualidez ( cualidad de la persona o animal que tiene una delgadez muy acentuada) y la temblequera (constante temblar del cuerpo) en el rincón, sabiendo que venderías el alma o robarías a tus vecinos con tal de probar eso una sola vez más. Mientras tanto, a tu ser amado le repeles. Te mira como si no te conociera de nada, como si jamás te hubiera amado con una pasión fervorosa. Lo irónico del asunto es que no puedes echarle la culpa. Porque, vamos, mírate bien. Eres un asquito, un ser patético, casi irreconocible ante tus propios ojos. Pues ya está.

Ya has llegado al destino final del amor caprichoso: la más absoluta y despiadada devaluación del propio ser.

El hecho de poder escribir sobre ello tranquilamente a día de hoy es una prueba fehaciente del poder balsámico del tiempo, porque no me lo tomaba nada bien conforme me iba ocurriendo. Perder a David justo después de mi fracaso matrimonial y justo después del ataque terrorista a mi ciudad y justo después de la etapa más siniestra del divorcio (una experiencia que mi amigo Brian ha comparado con «sufrir un accidente de coche espantoso todos los días durante unos dos años»)... En fin, que aquello fue sencillamente demasiado.

David y yo seguíamos teniendo arrebatos de diversión y compatibilidad de día, pero de noche, en su cama, yo me convertía en el único superviviente de un invierno nuclear conforme él se iba alejando de mí a ojos vistas, cada día un poco más, como si tuviera una enfermedad infecciosa.

Acabé temiendo la noche como si fuese una cámara de tortura. Me quedaba ahí tumbada junto al cuerpo dormido de David, tan hermoso como inaccesible, y entraba en una espiral de soledad y pensamientos suicidas meticulosamente detallados. Me dolían todas y cada una de las partes del cuerpo. Me sentía como una especie de máquina primitiva llena de muelles y con una sobrecarga mucho mayor de la que era capaz de soportar, a punto de estallar llevándose por delante a todo el que se acercara.

Imaginé mis miembros saliendo despedidos, separándose de mi torso con tal de huir del núcleo volcánico de infelicidad que era yo. Casi todas las mañanas David se despertaba y me veía adormilada en el suelo, junto a su cama, sobre un montón de toallas, como un perro.

¿Qué te pasa ahora? —me preguntaba al verme.

Era el enésimo hombre al que había dejado totalmente extenuado.

Creo que en aquellos tiempos adelgacé algo así como quince kilos.

Tomado del libro "Come reza ama", cap. 5.
Pelicula: Tras varios fracasos sentimentales una mujer decide encontrarse a si misma a traves de un viaje por Italia la India Bali e Indonesia. Liz Gilbert - Julia Roberts tenia todo lo que una mujer puede soñar un marido una casa y una brillante carrera pero se encontraba perdida confusa insatisfecha. Una vez divorciada y tras un periodo de reflexion decide abandonar su acomodada vida y lo arriesga todo emprendiendo un viaje alrededor del mundo. La historia se basa en el best-seller autobiografico de Elizabeth Gilbert.

Descargar libro:


lunes, 19 de junio de 2017

Feliz día del padre : Te quiero más a que a mi celular

Hoy apenas me desperté, mis neuronas me dijeron:
¿Qué esperas que no prendes tu celular y buscas a tus amigos?
En ese mismo momento mi corazón me dijo:
Hoy es el día del padre, ve y dale un beso que será su mejor despertar.
Mi corazón me dio tal energía que me hizo saltar de la cama. Lo abrace y le dije:
Feliz día papito te quiero mucho.
Sorprendido me respondió:
Gracias hijita, pero ¿sabes cuál sería mi mejor regalo hoy día?
¿Cuál papito?
Que me trates como a tu celular.
¿Cómo así papito?, no comprendo.
Que me mires, agarres y abraces como a tu celular. Hace mucho tiempo que no me miras, abrazas ni me dices que me quieres. Que me hables tanto como a él. Ya casi no conversas conmigo y cuando yo lo hago, no me prestas atención o respondes mirando a tu celular. Que te preocupes por mí, como cuando no encuentras a tu celular, se queda sin batería o te lo roban. Este mes me resfrié dos veces y no te diste cuenta, yo esperaba tus cuidados y que me digas que me quieres, esa hubiera sido mi mejor cura. Que me necesites tanto como a tu celular. Cuando te veo preocupada, quiero aconsejarte y abrazarte y decirte cuanto te quiero, pero tú prefieres prender tu celular y contarles tus cosas a tus amigos.
Cuando me di cuenta que tenía razón, lo que me dijo mi papa, empezando a llorar, mi corazón me dijo : Abrázalo fuerte y pídele perdón.” Llorando y abrazándolo fuerte le dije:
Perdón papito, te quiero mucho, reconozco que te he hecho sufrir por mi indiferencia, si no fuera porque también gracias a ti que me diste la vida, no existiría. Gracias también porque, con tu amor y esfuerzo por mantenerme, me estoy forjando un futuro. Te prometo que hoy y todos los días de mi vida te querré, miraré, acariciaré, hablaré y escucharé más que a mi celular. Te amo. Tu hijo.
Guillermo Benedicto Rivera Díaz
Cajamarca, 17 de Junio de 2017

En este día los hijos que tienen el privilegio que sus madres hacen también
el papel de padres, háganles doble promesa. Bendiciones.

Sobre el autor:
Guillermo Benedicto Rivera Díaz es el presidente fundador de INFAMILE. Ha sido premiado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles de España AMEI. Es expositor del congreso de Inteligencias Múltiples (U.Católica), del Congreso de Estimulación Pre natal y Temprana de I.M. y autor de textos, CDs educativos, así como facilitador internacional.

viernes, 26 de mayo de 2017

Papá olvida

Escucha, hijo: voy a decirte esto mientras duermes, una manecita metida bajo la mejilla y los rubios rizos pegados a tu frente humedecida. He entrado solo a tu cuarto. Hace unos minutos, mientras leía mi diario en la biblioteca, sentí una ola de remordimiento que me ahogaba. Culpable, vine junto a tu cama.

Esto es lo que pensaba, hijo: me enojé contigo. Te regañé cuando te vestías para ir a la escuela, porque apenas te mojaste la cara con una toalla. Te regañé porque no te limpiaste los zapatos. Te grité porque dejaste caer algo al suelo.

Durante el desayuno te regañé también. Volcaste las cosas. Tragaste la comida sin cuidado. Pusiste los codos sobre la mesa. Untaste demasiado el pan con mantequilla. Y cuando te ibas a jugar y yo salía a tomar el tren, te volviste y me saludaste con la mano y dijiste: " ¡Adiós, papito!" y yo fruncí el entrecejo y te respondí: "¡Ten erguidos los hombros!"

Al caer la tarde todo empezó de nuevo. Al acercarme a casa te vi, de rodillas, jugando en la calle. Tenías agujeros en las medias. Te humillé ante tus amiguitos al hacerte marchar a casa delante de mí. Las medias son caras, y si tuvieras que comprarlas tú, serías más cuidadoso. Pensar, hijo, que un padre diga eso.
¿Recuerdas, más tarde, cuando yo leía en la biblioteca y entraste tímidamente, con una mirada de perseguido? Cuando levanté la vista del diario, impaciente por la interrupción, vacilaste en la puerta. "¿Qué quieres ahora?" te dije bruscamente.
Nada respondiste, pero te lanzaste en tempestuosa carrera y me echaste los brazos al cuello y me besaste, y tus bracitos me apretaron con un cariño que Dios había hecho florecer en tu corazón y que ni aun el descuido ajeno puede agotar. Y luego te fuiste a dormir, con breves pasitos ruidosos por la escalera.
Bien, hijo; poco después fue cuando se me cayó el diario de las manos y entró en mí un terrible temor. ¿Qué estaba haciendo de mí la costumbre? La costumbre de encontrar defectos, de reprender; esta era mi recompensa a ti por ser un niño. No era que yo no te amara; era que esperaba demasiado de ti. Y medía según la vara de mis años maduros.

Y hay tanto de bueno y de bello y de recto en tu carácter. Ese corazoncito tuyo es grande como el sol que nace entre las colinas. Así lo demostraste con tu espontáneo impulso de correr a besarme esta noche. Nada más que eso importa esta noche, hijo. He llegado hasta tu camita en la oscuridad, y me he arrodillado, lleno de vergüenza.
Es una pobre explicación; sé que no comprenderías estas cosas si te las dijera cuando estás despierto. Pero mañana seré un verdadero papito. Seré tu compañero, y sufriré cuando sufras, y reiré cuando rías. Me morderé la lengua cuando esté por pronunciar palabras impacientes. No haré más que decirme, como si fuera un ritual: "No es más que un niño, un niño pequeñito".

Temo haberte imaginado hombre. Pero al verte ahora, hijo, acurrucado, fatigado en tu camita, veo que eres un bebé todavía. Ayer estabas en los brazos de tu madre, con la cabeza en su hombro. He pedido demasiado, demasiado.

W. Livingston Larned

martes, 23 de mayo de 2017

La crítica es inútil

John Wanamaker, fundador de las tiendas que llevan su nombre, confesó una vez: "hace treinta años he aprendido que es una tontería regañar a los demás. Bastante tengo convencer mis propias limitaciones sin irritarme por el hecho de que Dios no ha creído conveniente distribuir por igual el don de la inteligencia".

Wanamaker aprendió temprano su lección; en cambio, yo he tenido que ir a los tumbos por este mundo durante un tercio de siglo antes de que empezara a amanecer en mí la idea de que noventa y nueve veces de cada cien ningún hombre se critica a sí mismo por nada, por grandes que sean sus errores.


La crítica es inútil porque pone a la otra persona en la defensiva, y por lo común hace que trate de justificarse. La crítica es peligrosa porque lastima el orgullo, tan precioso de la persona, hiere su sentido de la importancia y despierta su resentimiento.

El mundialmente famoso psicólogo B. F. Skinner comprobó, mediante experimentación con animales, que premiando la buena conducta los animales aprenden más rápido y retienen con más eficacia que castigando la mala conducta. Estudios posteriores probaron lo mismo aplicado a los seres humanos. Por medio de la crítica nunca provocamos cambios duraderos, y con frecuencia creamos resentimiento.

Dale Carnegie 1936
Cómo Ganar Amigos E Influir Sobre Las Personas
 

jueves, 11 de mayo de 2017

jueves, 1 de diciembre de 2011

En Harvard se aprende a ser feliz

Felicidad, ese estado de plenitud y equilibrio que todo ser humano anhela como ideal de realización y bienestar y que combina una justa proporción entre lo que se es, lo que se tiene y a lo que se aspira, es y será siempre uno de los        temas motores de nuestra existencia y por tanto un tema fundamental de estudio, que al parecer no ha escapado de la lista de temas abordados por las más prestigiadas escuelas de negocios.
En Harvard, el curso con más popularidad y éxito, más que los de economía de los cuales son los grandes especialistas, es sobre la felicidad.
Dicho curso se llama "Mayor felicidad", y es dictado por Tal Ben Shahar. Este curso atrae a 1400 alumnos por semestre y 20% de los graduados de Harvard toman este curso electivo (información al 2009) ¿Por qué? Quizás porque este curso, basado en las últimas investigaciones de psicología positiva, los hace cuestionar creencias y supuestos arraigados en nuestra sociedad.
"La vida es similar a una empresa. Una empresa tiene ganancias, costos y tendrá utilidad en la medida en que sus ganancias sean mayores que sus costos. En la vida diaria, nuestros costos son nuestras emociones y pensamientos negativos, y nuestras ganancias, nuestros pensamientos y emociones positivas. Si tenemos en balance más pensamientos y emociones positivas en nuestra vida, la empresa de nuestra vida está logrando utilidades. Una persona con una depresión prolongada, sería como una empresa quebrada. Analice cómo está su vida en cuanto a las utilidades de felicidad, ¿Está en positivo o está en rojo? ¿Cómo lograr estar más en azul en cuanto a felicidad?"
El curso sobre la felicidad está fundamentado en una serie de encuestas y estudios de campo sobre las características y componentes que permiten vivir felizmente, en éste se destacan y proporcionan 13 Consejos Clave o tips para mejorar la calidad de nuestro estado personal y que contribuyen a la generación de una vida positiva. Miles de personas han asistido a él y han logrado cambiar su estado de ánimo:
TIP 1Practica algún ejercicio: (caminar, ir al gym, yoga, natación, etc.). Los expertos aseguran que hacer ejercicio es igual de bueno que tomar un antidepresivo para mejorar el ánimo, 30 minutos de ejercicio es el mejor antídoto contra la tristeza y        el estrés.
TIP 2Desayuna: algunas personas se saltan el desayuno porque no tienen tiempo o porque no quieren engordar. Estudios demuestran que desayunar te ayuda a tener energía, pensar y desempeñar éxitosamente tus actividades.
TIP 3Agradece a la vida todo lo bueno que tienes: Escribe en un papel 10 cosas que tienes en tu vida que te dan felicidad. Cuando hacemos una lista de gratitud nos obligamos a enfocarnos en cosas buenas.
TIP 4Sé asertivo: pide lo que quieras y di lo que piensas. Está demostrado que ser asertivo ayuda a mejorar tu autoestima. Ser dejado y aguantar en silencio todo lo que te digan y hagan, genera tristeza y desesperanza.
TIP 5Gasta tu dinero en EXPERIENCIAS no en cosas: Un estudio descubrió que el 75% de personas se sentían más felices cuando invertían su dinero en viajes, cursos y clases; mientras que sólo el 34% dijo sentirse más feliz cuando compraba cosas.
TIP 6Enfrenta tus retos: No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy. Estudios demuestran que cuanto más postergas algo que sabes que tienes que hacer, más ansiedad y tensión generas. Escribe pequeñas listas semanales de tareas a cumplir y cúmplelas.
TIP 7Pega recuerdos bonitos, frases y fotos de tus seres queridos por todos lados. Llena tu refrigerador, tu computadora, tu escritorio, tu cuarto. TU VIDA de recuerdos bonitos.
TIP 8Siempre saluda y sé amable con otras personas: Más de cien investigaciones afirman que sólo sonreír cambia el estado de ánimo.
TIP 9Usa zapatos que te queden cómodos: Si te duelen los pies te pones de malas asegura el Dr. Keinth Wapner, Presidente de la Asociación Americana de Ortopedia.
TIP 10Cuida tu postura: Caminar derecho con los hombros ligeramente hacia atrás y la vista hacia enfrente ayuda a mantener un buen estado de ánimo.
TIP 11Escucha música: Está comprobado que escuchar música te despierta deseos de cantar y bailar, esto te va a alegrar la vida.
TIP 12Lo que comes tiene un impacto importante en tu estado de ánimo.
§  Comer algo ligero cada 3-4 horas mantiene los niveles de glucosa estables, no te saltes comidas.
§  Evita el exceso de harinas blancas y el azúcar.
§  COME DE TODO!
§  Varía tus alimentos
TIP 13Arréglate y siéntete atractivo(a)
El 41% de la gente dice que se sienten más felices cuando piensan que se ven bien. !Ponte guapo(a)!
"Hagamos un esfuerzo por lograr un balance en azul en nuestra cuenta de felicidad. No solo nuestro cuerpo nos lo va a agradecer. La buena vibra trae salud, pero al estar más positivos atraeremos también mayor bienestar a nuestras vidas"
Ser feliz, es al final, la construcción de un gran fondo de ahorro de experiencias significativas, pobre de aquel que guarda lo que posee en donde se corre el riesgo de perderlo todo. ¿O no?.