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lunes, 29 de abril de 2019
Cuando no conoces la Nueva Medicina Germánica
A cuántos, que no conocen la Nueva Medicina Germánica y las Cinco Leyes Biológicas de la Naturaleza descubiertas por el Dr. Hamer, les pasa algo similar como lo describe un usuarios de Facebook:
A los 30 años usted cae en una depresión, en una tristeza muy persistente: le recetan FLUOXETINA.
La fluoxetina dificulta su sueño. Así que le recetan clonazepam, el rivotril de la vida. El clonazepam lo deja medio bobo al despertar y reduce su memoria. Vuelve al doctor, él nota que usted aumentó de peso. Ahí le recetan sibutramina.
Los antidepresivos le causan daños renales, gástricos y en el sistema circulatorio.
La Sibutramina le hace perder unos "kilitos", pero le da una taquicardia incómoda.
Nueva visita al doctor: además de la taquicardia, él se da cuenta que usted, aparte de la "batidora en el corazón", también tiene la presión alta, entonces le receta LOSARTAN y ATENOLOL. Este último para reducir su taquicardia.
Ya tiene 35 años y toma: Fluoxetina, clonazepam, sibutramina, losartan y atenolol. Y aparentemente, en forma adecuada, se prescribe un "MULTIVITAMINICO". Como el doctor no entiende nada de vitaminas y minerales, recomienda que usted compre un Multivitaminico, de la A a la Z,. Como éste viene en cápsulas, tiene CASI NULA absorción y casi no sirve para nada.
Pero en los medios se publican artículos de lo genial que es todo esto y usted cree, y corre a comprar.
Ya van muchos cientos de pesos al mes. Se pone a pensar en el presupuesto, en el dinero que podría dirigir a inversiones y ocio, pero que se escurre al desagüe de la industria farmacéutica.
Empieza a estar nervioso, preocupado y ansioso (a pesar de fluoxetina y clonazepam), porque las cuentas no cuadran a fin de mes. Comienza a sentir dolor de estómago y acidez estomacal, su intestino está "secuestrado". Va a otro doctor. Prescripción: Omeprazol más domperidona más Laxante "natural".
Los síntomas se suman, pero sólo los síntomas, a pesar de la "matanza completa de su flora intestinal". Otras quejas aparecen... entre ellas, una es particularmente perturbadora: a los 37 años, usted ya no tiene más potencia sexual. Además de estar "teniendo relaciones" con frecuencia, tiene muy poca esperma y la libido está debajo de los pies.
Para el doctor de la medicina de la enfermedad, eso no es problema. Incluso le manda a elegir el remedio: Sildanafil, tadalafilo, lodenafil o vardenafilo, elige por "mi-mama-me-dijo". Su potencia mejora, pero como consecuencia, estos remedios le dan un tremendo dolor de cabeza, palpitaciones, enrojecimiento y nariz que gotea.
No hay problema, el doctor le aumenta la dosis de atenolol y le pasa una neosaldina para que tome antes del sexo. Y si lo necesita, le inculca un "medicamento" para su secreción nasal, que sobrecarga su corazón.
Cuando todo parecía solucionado, a los 40 años usted se da cuenta de que sus dientes se están pudriendo y cayendo, ("entre nosotros": es el antidepresivo). Pero no pasa nada, solo tome dinero para gastar con el dentista. En esa misma época, otra confirmación: su memoria está fallando mucho más de lo habitual. Una vez más, para su doctor, eso no es problema: GINKGO BILOBA.
En los exámenes de rutina, su glucosa está en 110 y su colesterol en 220. En la espalda de la hoja de recetario, el doctor prescribe METFORMINA + SINVASTATINA. "Es para evitar la Diabetes e Infarto", dice el "cuidador" de su salud.
A los 40 y pocos años, ya toma: Fluoxetina, clonazepam, losartan, atenolol, multivitaminico de la "a" la "z", omeprazol, domperidona, laxante "natural", sildenafilo, vardenafilo, lodenafil o tadalafilo, neosaldina ginkgo biloba, metformina y simvastatina. (Enfrentémoslo, ¡esto está muy lejos de ser saludable! ).
¡Ya son miles de pesos al mes... y SIN SALUD!!!
Mientras tanto, aún sigue deprimido, cansado y engordando. El Doctor, de nuevo, cambia la fluoxetina por duloxetina, un antidepresivo "más moderno". Después de 2 meses usted se siente mejor (o un poco "menos mal"). Pero otro contratiempo surge: el nuevo antidepresivo lo hace orinar largamente y con "chorro" débil. Pasa a ser necesario levantarse dos veces por la noche para orinar. Allí se fue su sueño, su descanso extremadamente necesario para su salud. Pero esto es fácil para su doctor: Él prescribe tamsulosina, para ayudar en la micción, el acto de orinar. Usted Mejora, realmente, sin embargo... no eyacula más. ¡Ya no sale nada!
Voy a parar por aquí... Es deprimente. Eso no es medicina. Eso no es salud.
Esta historia termina con una situación cada vez más común: el derrumbe de su salud. Está obeso, sin disposición, con lamentable erección y memoria y concentración discapacitado. Diabético, hipertenso y con sospecha de cáncer. Dientes: no voy a hablar de esto. El peso alto reventó su rodilla (un doctor habló hasta de poner una prótesis). Surge en su cabeza la idea loca de buscar un cirujano bariátrico, para "reducir su estómago" y la de un psicoterapeuta para cuidar de su juicio arruinado.
¡Sin dinero, triste, ansioso, deprimido, pensando en dar fin a su vida y... enfermo, muy enfermo! A pesar de los "remedios" (o, mejor dicho, ¡debido a ellos!).
Y ¿la industria farmacéutica? "¡bien, gracias!", más aún con su valiosa contribución por años o décadas. Y ¿su doctor? "bueno también, gracias!", gracias a su enfermedad (o a la enfermedad plantada paso a paso en su vida).
Fuente: Basado en una publicación de Sepúlveda Reyes Manuel.
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