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lunes, 10 de julio de 2017

Entrevista a Eckhart Tolle (2009)

Por Alberto D. Fraile Oliver  - 29 octubre, 2009

Eckhart Tolle y Dalai Lama
¿Es posible acallar la pesada voz que habla sin parar desde nuestra cabeza? ¿Quién es esa voz? ¿Es posible ir más allá del pensamiento? Estas preguntas acecharon a Eckhart Tolle durante un tiempo. El ruido de su mente fue en aumento hasta que en medio de la angustia y la ansiedad su mente colapsó. La voz mental se calló y sus pensamientos dejaron de hacerle sufrir. Los espacios de silencio entre pensamientos aumentaron y la paz y la quietud se instalaron en su vida.

De repente, como un fogonazo, alcanzó el estado que los monjes zen persiguen durante décadas en los monasterios y muy pocos alcanzan. A raíz de esta experiencia abandonó su puesto de investigador en la Universidad de Cambridge y se dedicó a dar seminarios por el mundo, hablando de la importancia de hacernos dueños de nuestros pensamientos, que nos han poseído, y de vivir el momento presente, porque es lo único que existe. En persona transmite autenticidad y sus charlas son un viaje hasta el momento presente, ese lugar que se aloja entre dos pensamientos.

Sus libros, El poder del Ahora y Un mundo nuevo, ahora, resumen las enseñanzas de este maestro espiritual contemporáneo.
Nos encontramos con Tolle en Barcelona y esta fue la conversación que mantuvimos.

Has hecho una descripción muy acertada del ego. ¿Cómo alcanzaste tal claridad?
Todo empezó una noche cuando experimenté una especie de transformación de la conciencia. Al día siguiente me encontré de repente en un estado de paz interior que después ya nunca me ha dejado. Desde entonces siempre he tenido en el fondo un estado de paz. Antes había vivido en estados de depresión y de ansiedad, y cuando me pasó aquella transformación, no lo entendía, no tenía ni idea de lo que me había pasado, solo sabía que yo estaba en estado de paz. Tardé algunos años en comprender gradualmente lo que me había sucedido. Empecé a leer libros espirituales, textos antiguos y algunos textos nuevos, estaba buscando comparar lo que me había pasado a mí con lo que decían estos libros. Una cosa extraña me pasaba cada vez que abría un libro espiritual hindú o cristiano, inmediatamente entendía la esencia. Los textos y conversaciones con los maestros espirituales, monjes budistas, yoguis… me explicaron lo que me había pasado. Dos años después de la transformación estaba en un monasterio hablando con un monje budista zen y me dijo que lo esencial del zen consiste en ir más allá del pensamiento. Entonces me di cuenta de que eso me había pasado a mi porque después de aquella noche, mis procesos mentales se habían reducido aproximadamente un 80% de lo que habían sido antes. Había muchos espacios sin pensamientos en mi mente, no inconscientes sino muy conscientes, pero sin proceso mental. El estado de paz ya había estado allí siempre pero estaba cubierto con el ruido mental continuo y gradualmente empecé a entender cual es la esencia de la transformación espiritual. Todos los maestros hablan de la misma cosa; utilizan palabras diferentes pero en el fondo todos apuntan hacía el mismo estado. Después lo reconocí también en los evangelios de Jesús en algunas cosas que él dijo. Yo sabía que detrás de aquellas palabras había alguien que lo sabía también.
¿Cómo surgió el libro ‘El poder del ahora’?
Después de la transformación, gente que yo encontraba en la calle o por casualidad empezaron a hacerme preguntas. Muchas veces yo no sabía la respuesta hasta que la escuchaba saliendo de mi boca. Eso fue el principio de esta enseñanza espiritual que se desarrolló de un modo muy informal. Dos o tres años después alguien me llamó “maestro espiritual”. Quedé muy sorprendido. A veces me apuntaba las cosas que yo había, para acordarme porque yo hasta entonces no sabía que lo sabia, y utilicé esas notas unos años más tarde cuando escribí el libro.
Tuviste una experiencia de despertar espiritual muy fuerte. ¿Crees que a todo el mundo le tiene que ocurrir así o se puede hacer de otra forma?
Un cambio tan radical pasa a muy pocas personas. Para casi todos, es un cambio gradual o es un proceso que no se parece a lo que me pasó a mí. No sé porqué me pasó a mí pero así es. Para casi todos los que encuentro, se pasa por una transformación gradual.
Cuando te preguntas: “¿Por qué me ha pasado a mí?, tienes alguna intuición de la respuesta?
Yo sé que el sufrimiento ha sido una parte muy importante de mi despertar. Sin el sufrimiento emocional y mental, esa transformación no hubiera ocurrido. Eso fue fundamental. Pero nunca me hago la pregunta de porqué me ha pasado a mí. Lo veo de otro modo, no es que algo me haya pasado a mí sino que mi ‘yo’ se ha hecho casi transparente, entonces algo que ha estado siempre más allá del ‘yo’, un poder mucho más grande, empezó a surgir.
Ahora que vendes millones de libros y das conferencias ante grandes audiencias supongo que mucha gente te idealizará ¿Cómo llevas eso?
Son proyecciones porque ellos piensan que yo soy especial. Pero todo el poder de la enseñanza espiritual viene a través de esta forma que soy por la simple razón de que yo sé que yo no soy nadie especial. Mucha gente identifica el poder del espíritu que viene a través de la forma con la forma, y es muy importante no aceptar esas proyecciones. Yo soy muy consciente de esas proyecciones y no las acepto, pienso que son ilusiones. En el momento que yo piense que yo soy muy especial, me identificaría otra vez con un pensamiento condicionado. Yo sé que les ha pasado a algunos maestros espirituales, el peligro es mayor si vives en un ‘ashram’ rodeado de discípulos y nunca tienes contacto con otras personas. Después de algunos años empiezas a creer que eres lo que ellos creen que eres, lo he visto en algunas personas, y vuelve el ego.
Hablas de ir más allá del pensamiento. Para personas que estamos acostumbrados a estar casi siempre identificados con el pensamiento, ¿cómo podemos imaginar ese otro escenario que propones?
No hace falta imaginarlo; casi todos son capaces de experimentar aunque sea por un momento muy pequeño lo que significa estar sin pensamiento y al mismo tiempo ser plenamente consciente. La mayoría de la gente no se da cuenta de que incluso en un día normal, siempre hay intervalos muy pequeños entre dos pensamientos en algunos momentos. Las personas que no tienen esos intervalos están muy enfermas psicológicamente, pero si todavía en tu vida existe de vez en cuando la alegría del ser o el amor, la comprensión o la belleza, si respondes interiormente a algo que es bello, eso significa que hay esos intervalos porque es allí dónde surgen. Los pensamientos no pueden reconocer lo profundo que es algo bello. El amor o la compasión no vienen a través de los pensamientos, vienen de una dimensión más profunda, y la gente que no tiene acceso a esa dimensión nunca experimenta la belleza, amor, compasión o una alegría más profunda del ser. En esta civilización loca (risas), hay personas que en su vida ya no tienen esa experiencia del amor, de la belleza, de una paz interior de vez en cuando, les falta todo eso y en aquellas personas el ruido mental sigue, sin interrupciones.
¿Cuál es el primer paso para acallar la mente?
Tomar conciencia de que esos espacios existen en un día normal. Estás mirando a un árbol o al cielo, a las nubes, y es un momento en el que no hay ningún pensamiento. Solamente la percepción y la conciencia a través de la cual la percepción sucede. Un espacio. El primer paso consiste en darse cuenta de que, sin hacer nada, algunos espacios existen en mi vida. Después se pueden buscar esos espacios activamente. Yo recomiendo hacer cosas que uno hace normalmente como lavarse las manos, tomar un café, ir de aquí a allí, entrar en la escalera, subirse al ascensor… tomando conciencia de acto y del momento, sin hacer de ello un medio para un fin sino un fin en sí mismo. Lavarse las manos sintiendo el agua, el jabón, secarse las manos… Solamente la percepción y la conciencia. Otra cosa que también recomiendo es cuando entras en tu coche, cierras la puerta y te quedas unos treinta segundos sin hacer nada, sentir el cuerpo, la vida dentro del cuerpo. No es mucho, 30 segundos, pero muchos de estos momentos en un día inician un cambio. Esos pequeños momentos en los que no pensamos sino que estamos conscientes sin pensar. Es más importante tener muchos momentos pequeños durante el día que estar en una meditación de media hora cada día y luego pasarse el día sin tener espacios. Entonces empieza un cambio, surge la conciencia no condicionada, la conciencia pura. Lo demás, los pensamientos, son una forma de conciencia condicionada por el pasado. Casi toda la gente está atrapada en un sentido del ‘yo’ que depende de los pensamientos condicionados y una imagen mental que tiene de “quién soy”, o sea una identidad que depende de los pensamientos. Eso significa moverse por la superficie de la vida sin nunca ir más profundamente. Una vida de ese modo se hace muy insatisfactoria, siempre hay sufrimiento. Si tu vida se desarrolla solamente en la superficie del ser, que es cuando te identificas siempre con los pensamientos, entonces le falta la profundidad y sufres.
Si no soy los pensamientos ¿Quién soy yo?
No eres los pensamientos, eres el espacio desde el cual surgen los pensamientos. ¿Y qué es ese espacio? Es la conciencia misma. La conciencia que no tiene forma. Todo lo demás en la vida tiene forma. En esencia somos esa conciencia sin forma que está detrás de los pensamientos. Pero para experimentarlo es necesaria una experiencia de quietud interior. Si yo tengo solamente un momento en el día de quietud alerta que me da un sabor de lo que es, ya entiendo lo que es la conciencia no condicionada, más allá del pensamiento. Una persona que no tiene ese momento, ni siquiera un momento, no puede entender nunca de qué estamos hablando ahora. No lo entendería.
En el mundo espiritual, hay una corriente que tiende a utilizar canalizaciones, maestros, guías, etc… Sin embargo, tus enseñanzas son muy sencillas, muy prácticas. ¿Qué diferencia hay entre estas dos vías de conocimiento?
Como lo veo yo, esta enseñanza va a la fuente. Hay otras enseñanzas que van a un nivel intermedio que todavía tiene una forma. Hay muchos niveles y cada enseñanza tiene su lugar y la gente será atraída a la enseñanza que corresponde a su interior. Esta enseñanza no tiene nada que ver con la forma, va a la misma fuente del ser, y por eso es la más simple. Todas las intermedias son más complicadas y cuanto más cerca de la superficie, más complicadas, cuánto más profundas, más sencillas.
¿Has llegado a alguna conclusión de lo que hay después de la muerte?
De algún modo, casi puedo decir que he muerto ya porque si no estás identificado con la forma, lo que queda es lo eterno que no tiene forma. Entrar en eso conscientemente es encontrar la muerte antes de que la muerte te encuentre a ti (risas) y si entras ya en la dimensión que no tiene forma y has entrado en la muerte, te das cuenta de que lo que llamamos muerte en realidad es la vida, es la vida sin forma. La muerte es solamente la disolución de la forma y queda la vida, o lo que Jesús llama “vida eterna”. Por eso la muerte, incluso la muerte que sucede cerca de ti cuando se muere alguien, es siempre una posibilidad de realización espiritual. Detrás de cada muerte se esconde la gracia.
Entonces, ¿para qué estamos aquí?
Estamos aquí para que la conciencia pueda florecer a través de esta forma y entrar en el mundo de las formas para transformarlo. El propósito de la vida, en lo profundo, es ser como una puerta para la dimensión sin forma, que entonces entra en el mundo de las formas y convierte el mundo en algo que ya no es hostil.
En el libro “Un mundo nuevo ahora”, estableces una relación entre lo que está sucediendo en el mundo a nivel de catástrofes climáticas, etc., con el estado de conciencia de los seres humanos. ¿Podrías desarrollar un poco esa idea?
Lo que uno experimenta como la vida exterior, las situaciones que uno encuentra, las cosas que pasan, las relaciones que tiene, es decir, el modo en que la persona experimenta la vida, es siempre un reflejo de su conciencia, de su estado interior, del estado de la mente. Si una persona, por ejemplo, siempre está rodeada de personas violentas, en cada situación encuentra violencia, significa que hay algo dentro que es una fuerza violenta, agresiva. Son inconscientes de esta situación, y una persona completamente inconsciente experimenta su propio estado como cosas que le pasan desde el mundo exterior. Si una persona así se hace conciente, de repente sería capaz de ver que dentro suyo existe violencia emocional o mental, entonces empieza la transformación.
¿Cómo crees que estará la humanidad dentro de 50 años?
Yo lo veo de este modo: Las cosas están empeorando y mejorando al mismo tiempo. Hay dos corrientes: la corriente inconsciente que desde miles de años ha sido la corriente dominante y se sigue haciendo cada vez más demente y creando cada vez más destrucción; al mismo tiempo está emergiendo la corriente de la consciencia nueva, no condicionada, espiritual. La pregunta es: ¿Hasta qué punto va a seguir el movimiento de la corriente inconsciente? Sin duda va a tener un efecto cada vez más destructivo en el planeta pero al mismo tiempo se está desarrollando la consciencia nueva. Nadie sabe, ni yo tampoco lo sé, si la humanidad se está separando en dos especies diferentes. Es una posibilidad, que una parte de la humanidad no entre en la nueva conciencia y otra sí, entonces se hace una separación como dos especies diferentes. Otra posibilidad es que al mismo tiempo que hay cada vez más destrucción, la consciencia que está despertando llegue a un punto crítico y cuando lo alcance, los inconscientes se vean arrastrados a la conciencia también. Es muy posible que si encuentran destrucción y sufrimiento que ellos han generado, sean arrastrados a la consciencia nueva. Yo veo esas dos posibilidades pero como no soy clarividente, no sé lo que va a pasar. Aunque no creo que la vieja consciencia destructiva vaya a ser la dominante porque cada vez hay más gente que está despertando.
¿Crees que existe un plan para la evolución de la consciencia o es algo que se va definiendo sobre la marcha?
Las dos cosas. Hay una meta hacia dónde va el universo. Hay un impulso evolutivo y está yendo hacía un punto. En ese sentido creo que hay un plan, pero todos los detalles se desarrollan espontáneamente. Hay un plan muy grande que nunca nadie sería capaz de entender a través del pensamiento. A veces yo siento lo que es pero nunca podría expresarlo.
¿Cómo es un día ordinario en tu vida?
Muy simple. Yo pienso relativamente poco. En la vida diaria, si estoy con una persona, la escucho hasta que las palabras surjan, o si estoy en la calle comprando también tengo pocos pensamientos y reacciones. Las situaciones son como son. La vida es muy simple. Muy pocas veces pienso en el pasado y la atención está en la simplicidad. El momento presente siempre es bastante simple porque es solamente eso. La consciencia está en la simplicidad del momento presente. Hay paz incluso si algo no va bien. No llevo encima una identidad. Por ejemplo, en la enseñanza espiritual, la gente me llama maestro espiritual y ellos piensan que es mi identidad pero yo lo veo simplemente como una función. Cuando estoy con un grupo de personas y estoy hablando, entonces soy el maestro espiritual, pero en el momento en que salgo de la sala dejo de ser el maestro espiritual inmediatamente y solamente hay una consciencia abierta que no lleva una imagen de quien soy. Porque cada imagen que llevas te va a conducir al sufrimiento. Voy por la calle sin ser nadie en particular, simplemente un espacio consciente. Das un paseo no como una persona sino como un espacio consciente, o estás tomando un café no como una persona, pensando en tu historia personal, simplemente como un espacio consciente, sin llevar las constantes definiciones de quien soy o hablándome de mi vida con esa voz interior que me cuenta cosas de mi vida: “no estoy contento con mi vida” o cosas así que son cuentos, pensamientos. (risas) Estas complicaciones, afortunadamente, no las tengo. (risas).
Es curioso que tu nombre Eckhart, sea el mismo que el de un mistico alemán de la Edad Media llamado Meister Eckhart ¿Coincidencia?
El nombre que me pusieron al nacer no era Eckhart. Durante un tiempo soñaba con unos libros. Sabía que yo había escrito esos libros, pero cuando los miraba tenían escritos en la portada el nombre de Eckhart pero a pesar de eso sabía que yo había escrito estos libros. Unos días más tarde estaba andando por la calle, y un amigo me saludó y me llamó Eckhart, entonces me dijo, no sé, es la palabra que me ha salido de la boca. Esto sucedió en la época de mi transformación espiritual, y mi nombre antiguo ya no tenía vida. Fue la señal de que era el tiempo de cambiar, la vida me dio esas dos señales para hacerlo.


Entrevista a Eckhart Tolle

Por Paula Coppel (Unity Magazine) 1.06.2015

Este exitoso autor y maestro espiritual nos habla sobre su vida, su despertar y las enseñanzas que están cambiando el mundo.

En El poder del Ahora, describes que tuviste un despertar personal dramático ¿Qué crees exactamente que te ocurrió?
Durante muchos años había estado profundamente identificado con pensamientos y emociones dolorosas y angustiosas que se habían acumulado dentro. Mi actividad mental era mayormente negativa, y mi sentido de identidad era también generalmente negativo, aunque me esforcé por demostrarme a mí mismo y al mundo que yo era lo suficientemente bueno, trabajando muy duro académicamente. Pero incluso después de haber alcanzado el éxito académico, fui feliz durante dos semanas o tres y luego la depresión y la ansiedad volvieron.
Una noche tuvo lugar una des-identificación de este desagradable sueño de pensamientos y emociones dolorosas. La pesadilla se hizo insoportable y eso provocó la separación de la conciencia de su identificación con la forma. Me desperté y de repente me di cuenta de mí mismo como el Yo Soy y que estaba profundamente en paz.

Escribiste que esto fue precedido por un pensamiento cristalizador: "No puedo vivir conmigo mismo por más tiempo". Cuéntanos sobre eso
Sí. Es interesante que la salida del pensamiento fue provocado realmente por un pensamiento. En ese momento, la conciencia vio el pensamiento "no puedo vivir conmigo mismo", y me di cuenta que había dos aquí —"Yo" y el "yo con el que no puedo vivir". Y entonces hubo otro pequeño pensamiento: ¿Quién es ese yo con el que no puedo vivir? Pero no hubo respuesta; esa fue la última pregunta. Y luego no importaba. Esta paz también cambió mi percepción del mundo de la forma, del mundo exterior. Cuando me desperté a la mañana siguiente, todo era hermoso e intensamente vivo y apacible.
Al no percibir las cosas a través del viejo filtro del pasado condicionado y la conceptualización, uno puede sentir que el universo está intensamente vivo. Incluso los llamados objetos inanimados —a menudo recojo pequeños objetos y simplemente los miro y siento que están vivos. Los físicos en realidad confirman que lo que percibimos como materia muerta no está muerta del todo. Todo es un campo de energía intensamente vivo. Esa vitalidad es sólo un aspecto de la vitalidad o la vida que Yo soy.

¿Sigues viviendo en el estado de dicha y paz que experimentaste después de ese despertar?
Sí, básicamente, la paz está continuamente ahí. Hay una variación de la intensidad. Al principio fue una experiencia intensa durante un largo periodo de tiempo —semanas, meses, años. Era una especie de dicha, pero sólo era dicha en contraste con lo que había sido antes. Ahora ese tipo de paz es normal. Una vez que la dicha se normaliza ya no es dicha, es sólo paz.

Tu despertar fue dramático y permanente. La mayoría de nosotros estamos tratando de llegar ahí paso a paso. Todavía tenemos que refrenarnos de hacer juicios o de funcionar desde el ego y recordar dejar eso atrás. ¿Alguna vez tienes que acordarte de estas cosas, o vives constantemente en la conciencia superior sin tener que corregir el rumbo?
Bueno, para que la transformación estuviera plenamente integrada en mi vida pasaron unos cuantos años. Al principio, en el nivel externo mi vida continuaba como si nada más hubiera pasado, aunque hubo un cambio. Las cosas llegaban a mi vida sin ningún esfuerzo, a veces a una escala muy pequeña, y otras a una escala más grande. Pero yo seguía con mi vida anterior, creyendo que el mundo académico todavía era mi camino. Fui aceptado en unos estudios de posgrado en Cambridge y, de nuevo, eso venía sin esfuerzo, y por un tiempo me gustó mucho. Entonces poco a poco noté una pesadez porque todo el mundo estaba en sus mentes y sus egos. Por lo tanto, pasaron unos cuantos años antes de darme cuenta de que "Esto no es lo que estoy destinado a ser." Casi estaba de nuevo al borde de la infelicidad en ese momento. Tuve que traerme a mí mismo de vuelta al momento presente. Era como si la mente me estuviera tirando de la manga para decirme: "Ven por aquí hacia la infelicidad". Y tuve que decir: "No, no voy a ir por ahí".

¿Implica tu práctica espiritual la oración y la meditación, o es más bien un estado de ser?
Es más un estado de ser. No hago oración para nada, pero he utilizado afirmaciones en el pasado un par de veces. En realidad son más bien como realizaciones en que en algún nivel ya han ocurrido.
Por ejemplo, antes de escribir El poder del ahora, tuve una visión de que ya había escrito el libro y que estaba afectando al mundo. Tenía la sensación de que de algún modo ya había un libro en existencia. Dibujé un círculo en un pedazo de papel y decía "libro". Luego escribí algo sobre el efecto que el libro tenía en el mundo, cómo influía en mi vida y en las vidas de otras personas, y cómo llegó a ser traducido a muchos idiomas afectando a cientos de miles de personas. Pero yo no lo dibujé porque quisiera que ocurriera —era más bien como si estuviera escribiendo en este pedazo de papel lo que yo sentía que ya era una realidad en algún nivel.
Esto es lo que creo que la gente llamaría una verdadera manifestación y visualización. En realidad no funciona poderosamente si piensas que tienes que hacer algo o atraerlo a ti mismo. Funciona más poderosamente cuando te das cuenta de que ya es una realidad en el plano invisible. Ya está allí. Y cuando te das plena cuenta de que ya es una realidad, sientes su poder. Entonces la sensación que se tiene cuando se mira un mapa del tesoro o un mural de visión no es diferente de la sensación que se tiene cuando en realidad se manifiesta.

Muchas personas están buscando lo que podría llamarse su "propósito externo" —lo que se supone que tienen que hacer con sus vidas. ¿Cómo se relaciona esto con el "propósito interno"?
Incluso aunque lograras tu propósito externo, nunca va a satisfacerte si no has encontrado tu propósito interno, que es el despertar, estar presente, estar en alineación con la vida. El verdadero poder viene de la presencia; es la presencia.
Algunas personas están llamadas a hacer grandes cosas exteriormente en este mundo mediante la creación de nuevas estructuras que reflejen su conciencia despierta. Otras personas, a quiénes yo llamo los portadores de la frecuencia, no están llamados a salir al mundo y crear grandes cosas en el exterior. Su propósito es permitir que fluya la conciencia en todo lo que hacen —hacen todo de una manera sagrada.
Hacer todo de una manera sagrada significa hacer todo completamente en el estado de presencia. Hagas lo que hagas, sea lo que sea en lo que estés trabajando, ya se trate de un trabajo manual o hablar con personas o comprando o vendiendo, cada pequeña cosa contiene el poder y la simplicidad de la presencia. También, el estado de conciencia de esas personas se extiende no sólo a todo aquél que entra en contacto con ellos, sino también a un nivel invisible que cambia la conciencia colectiva.
En última instancia, cada gran empresa se compone de muchos pequeños pasos. Coges el teléfono y hablas con alguien. Hay una voz en el otro extremo y dices lo que tienes que decir. Así es como veo mi vida. No me veo a mí mismo como "Oh, estoy haciendo esta gran cosa porque voy a dar esta charla, ahora todo el mundo será transformado". Si yo tuviera todos estos pensamientos, viviría con estrés porque inmediatamente la mente diría: "¿Y qué pasa si no estás inspirado y no son transformados?" Así que la realidad es que sólo hay cada momento presente: Eres llamado para dar una charla. Sales del edificio y entras en el coche. Miras por la ventana. Llegas al lugar del evento. Te sientas en la silla; esperas; sales al escenario. Cada movimiento es sencillo. Sólo hay eso.

Muchas personas dicen que son infelices, pero no están dispuestos a cambiar. ¿Por qué la gente permanece aferrada a su miseria?
Porque el yo infeliz se ha convertido en parte de su identidad o de su sentido de sí mismo. Este yo les dice continuamente quiénes son o lo miserables que son. Ellos no quieren dejarlo porque existe el temor de que van a perder su sentido de ser.
Es necesario que se les demuestre que los movimientos de sus mentes no son lo que ellos son. Para algunas personas, es el comienzo de un despertar cuando escuchan o leen: "Tienes una voz en tu cabeza que nunca para de hablar. ¿Lo has notado?" Y de repente se dan cuenta de que los pensamientos pasan por su cabeza, mientras que antes estaban tan identificados con ellos que eran esos pensamientos.

¿Así que una manera de ayudarnos a nosotros mismos y a los demás es tener en cuenta que éstos son sólo pensamientos y practicar la observación en lugar de aferrarse a ellos?
Sí, cualquiera que esté leyendo esto y lo encuentre significativo, quiere decir que ya ha despertado. Cualquiera que esté leyendo esta entrevista y la encuentre sin sentido, significa que el despertar no ha sucedido todavía. Para reconocer las verdades básicas que se expresan por medio de estas palabras, esa pequeña apertura debe estar ya ahí en tu interior porque sólo ahí es donde puedes reconocerlas. El pensamiento solo no puede reconocer las verdades espirituales, no importa lo desarrollado que esté el pensamiento. Es imposible. Es por eso que muchas veces te encuentras con gente culta en los medios de comunicación que examinan los libros espirituales, pero están tan identificados con su proceso de pensamiento, que no los entienden. Ellos escriben reseñas o artículos y no comprenden nada. No pueden ver la esencia. No es su culpa; no son ellos personalmente. Es la condición humana y su estado de identificación con la mente. Y la inteligencia en sí misma no sirve de nada. Puedes tener dos o tres doctorados, y eso no te lleva más cerca de la realización espiritual. De hecho, podrías estar más lejos.
Una forma de apuntar a esta realización es que, cuando pienses que tienes grandes problemas, pregúntate: "¿Qué problema tengo en este momento?" Por lo general, encontrarás que no tienes un problema en este momento porque estás sentado aquí y estás respirando, estás mirando por la ventana, y es estupendo. Hay suficiente aire. Incluso tienes comida suficiente para hoy; y si no tienes comida suficiente, eso no sería un problema, sino tal vez un reto. Así que los retos existen, pero los problemas son producto de la mente. Los retos son algo que sólo pueden enfrentarse en el momento presente y requieren acción.
Así que si no tienes dinero, puedes aplicar tu mente y decir: "¿Qué acciones puedo tomar?" Y luego quédate quieto. No apliques tu mente sin la quietud porque, si empiezas a aplicar tu mente sin la quietud, es posible que muy pronto te pierdas en la mente y que se convierta en preocupación. La preocupación significa que la mente te está controlando. La preocupación es siempre inútil. De la preocupación nunca sale una solución.

Aunque nos decimos que sí lo es, que preocuparse es algo productivo que hacer.
Sí, la mente te dirá que necesitas pensar acerca de ello, porque de lo contrario todo se colapsará. Pero la actividad de la mente descontrolada es en realidad lo que impide encontrar la solución. Es sólo cuando sales de ella y permaneces quieto y te das cuenta de que en este momento no hay realmente un problema, que encuentras una solución. Puede ser que debido a que has visitado el reino de la quietud la realización de lo que se puede hacer o se tiene que hacer viene de repente a ti cuando no la estás buscando.

¿Es similar a cuando la gente dice, "me vienen mis mejores ideas en la ducha"?
Por supuesto que mucha gente está en su mente pensante incluso en la ducha, pero algunas personas son capaces de disfrutar de la ducha y además tener un momento de espacio y quietud mediante el cual pueden tener una idea, un pensamiento original. Así que tienes que ser capaz de entrar en la dimensión del no-pensamiento para que el pensamiento se vuelva poderoso, y eso significa estar completamente presente.
Cuando estás en contacto con la Presencia, te sientes como en casa en cualquier lugar. Y si no estás en contacto con ella, no importa a donde vayas, siempre sentirás que hay algo que no está del todo bien. Incluso las llamadas situaciones ideales tienen sus limitaciones. Podrías decir: "Yo quiero ser como Oprah". Una vez que eres como Oprah, encontrarás que ya no puedes ir por tu cuenta, o no puedes ir de compras, o no puedes pasear por la calle porque serías acosado por la gente. Así que de pronto hay una limitación en la vida, y la mente dice: "Oh, me gustaría que eso no hubiera pasado".

¿Cómo es una relación entre dos personas despiertas?
Hay una falta de expectativas de que la otra persona debe complacerte o hacerte feliz. Sin esa demanda, hay una apertura en la que simplemente disfrutas del otro y aceptas las limitaciones. Todo ser humano en la forma humana tiene sus limitaciones. Te puedes casar con el Buda, y después de unos meses descubrirás que en su forma humana, el Buda, también tiene sus limitaciones. Puede haber cosas que la mente se resiste a aceptar y te irritan acerca del Buda. "¿Por qué está sentado por ahí todo el tiempo en meditación?"
Una vez que aceptas las limitaciones del otro, es una danza entre dos formas y una comprensión de que la esencia de la relación es el espacio en la relación. Entonces, la pregunta que debe plantearse siempre es: "¿Hay espacio en esta relación?" El espacio realmente significa el nivel de conciencia o presencia, no pensar. Así que, ¿puedes mirar a tu pareja sin el pensamiento? Dos seres conscientes se dan cuenta de que la esencia de la relación es el espacio en ella. Incluso cuando existe una superposición egoica, no es demasiado denso o difícil para ti sentir la esencia por debajo. No tienes que reaccionar a la superposición egoica. Cuando no reaccionas no la fortaleces.

Hablas a menudo acerca de la conciencia de los animales en tus escritos. ¿Consideras que los animales tienen un mayor nivel de conciencia que los seres humanos?
No mayor, pero, a veces digo que los animales están más cerca de Dios que los humanos. Ellos están más cerca de la fuente. Los seres humanos están más perdidos en las formas mentales. El Ser está más oculto para el ser humano a causa de la superposición del ego y la formación mental.
Llamo a los animales "los guardianes del ser", especialmente los animales que viven con los humanos. Porque, para muchos seres humanos, es a través de su contacto con los animales que se ponen en contacto con ese nivel del ser.
No estamos destinados a volver al nivel de los animales del que hemos venido, sino a retornar al ser yendo más allá del pensamiento. Los animales están en un nivel antes del pensamiento. Ellos no se pierden en sus pensamientos. Nosotros nos elevamos por encima del pensamiento y entonces nos encontramos con ellos de nuevo, donde ambos estamos en el no-pensamiento. Hay una profunda conexión.
La conciencia del animal también comienza a cambiar cuando interactúa con un ser humano que ha ido más allá del pensamiento. No sólo los animales nos ayudan; nosotros también ayudamos a los animales. A los animales sin duda les gusta estar cerca de los seres humanos, especialmente de los seres humanos que están pasando a través del cambio de conciencia.

¿Cómo puede ayudarnos el ser más conscientes a hacer frente a los sucesos trágicos de la vida de las personas y del mundo? ¿Existe algún elemento de fe de que, incluso desde la tragedia personal, algo bueno vendrá?
Sí, cuando las formas comienzan a desmoronarse —sea la forma física, alguna forma externa, su situación de vida, las relaciones, lo que sea— siempre hay una oportunidad para una gran profundización. Por profundización me refiero al surgimiento de lo que eres más allá de la forma. A veces las personas necesitan experimentar una gran pérdida para que realmente sean empujados a profundizar más.
Cuando ocurre una gran pérdida —una muerte cercana a ti o la aproximación de tu propia muerte— es una oportunidad para salir completamente fuera de la identificación con la forma y realizar la esencia de quién eres, o que la esencia de cualquier persona que esté sufriendo o muriendo está más allá de la muerte.
Esto no quiere decir que no eres compasivo. La compasión tiene dos aspectos. Cuando ves a tu alrededor que la forma humana está sufriendo o disolviéndose, tienes empatía a nivel humano. Compartes el sufrimiento, ya que tiene que ver con la fugacidad de la forma. Pero si ese es el único nivel que opera en ti, no vas más allá del sufrimiento.
Pero en el nivel del ser, te das cuenta de que lo que eres en esencia está más allá de la forma, y quién es esa otra persona, en esencia, está más allá de la forma. Esta comprensión no es intelectual; es una percepción o sentimiento. Entonces, miras al otro ser humano y el sufrimiento y puede que llores, pero en el fondo hay una paz y un poder.
Esta paz y poder es también el aspecto que a veces trae la curación. Puede curar la forma, o puede curar a la otra persona en el sentido de que la otra persona se pone en contacto con su nivel más profundo. Esa es la curación más importante —darte cuenta de quién eres. La curación en el nivel externo está bien, pero no es la esencia de la curación.

Lo que estás diciendo es similar a la forma en que oramos en nuestro ministerio de oración Silent Unity. Cuando la gente viene, les recordamos la verdad de quiénes son en realidad. Les indicamos de nuevo esa esencia intacta de la conciencia de Dios en su interior.

Dijiste durante tu conversación en internet con Oprah: "El mundo no está aquí para hacerte feliz. Está aquí para hacerte consciente" ¿Es este malentendido la raíz de la miseria humana?
Si la gente cree que el mundo está aquí para satisfacerlos, cada vez que comienzan a encontrar sus limitaciones, son infelices de nuevo. No se dan cuenta de que el mundo —y con esto me refiero a cualquier cosa del mundo de la forma, la forma física, algunas formas mentales o formas emocionales— no puede darte una satisfacción duradera o realización o decirte quién eres. No se dan cuenta de que lo que están buscando está en el nivel informe, pero lo están buscando en el nivel de la forma, y eso conduce a la frustración de la existencia humana.
Así que lo importante es darse cuenta de que el mundo no está aquí para hacerme feliz. Cuando no exiges que la situación, o el lugar, o la persona debe hacerte feliz, entonces realmente la situación, el lugar o la persona es completamente satisfactorio.

Tus enseñanzas están contribuyendo a un cambio global en la conciencia. ¿Cómo percibes lo que está ocurriendo?
Un gran número de personas están pasando por el proceso del despertar, algunas se encuentran en las primeras etapas, otras en etapas posteriores, y eso es maravilloso de ver. Lleva un cierto tiempo antes de que se filtre a través de las estructuras económicas, políticas y sociales. La tendencia es que las personas que dirigen esas estructuras están todavía completamente identificadas con el ego. Así que tal vez pase un tiempo antes de que llegue a los políticos, aunque ¿quién sabe? En ocasiones, aparecen ya políticos relativamente conscientes y hay incluso gente normal y sensata comparada con la inconsciencia de políticos que han venido antes.

¿El hecho de que se esté produciendo este despertar transmite una sensación de esperanza para el mundo?
Sí. La pregunta es, ¿debe continuar la vieja conciencia hasta que realmente provoque su propia caída mediante el caos y el colapso? ¿O es la nueva conciencia emergente la que puede reemplazar gradualmente a la vieja conciencia sin una destrucción excesiva?
No sé la respuesta. Tendremos que esperar y ver. Lo único que podemos hacer es asumir la responsabilidad de nuestras propias vidas.

Fuente: http://yogaterapia.es/Entrevistas/Ver-748-Entrevista_A_Eckhart_Tolle.html


Entrevista a: Eckhart Tolle

by Denisse Troconis Aoun 

Biografía:

Eckhart Tolle es un escritor contemporáneo de origen alemán y nacionalidad canadiense. Es famoso por títulos como “El poder del ahora” y “Una nueva tierra”. Ha sido calificado por algunos como “el autor espiritual más popular en Estados Unidos“. Afirma haber experimentado un despertar espiritual a los 29 años, después de padecer largos periodos de depresión. Su obra “El Poder del Ahora” enfatiza la importancia de ser consciente del momento presente para no perderse en los pensamientos. En su opinión, el presente es la puerta de acceso a una elevada sensación de paz. Entre sus obras se encuentran “Una Nueva Tierra”, “El Silencio habla” y “Practicando el poder del ahora”.

Entrevista: ¿Cómo evitar la negatividad?

¿No podría una emoción negativa contener también un mensaje importante? Si a menudo me siento deprimido, puede ser una señal de que algo anda mal en mi vida y puede forzarme a mirar mi situación vital y hacer algunos cambios.
Sí, las emociones negativas recurrentes a menudo contienen un mensaje, lo mismo que las enfermedades. Pero cualquier cambio que usted haga, sea que tenga que ver con su trabajo, con sus relaciones o con lo que lo rodea, es en últimas sólo cosmético a menos que surja de un cambio en su nivel de conciencia. En cuanto a esto, sólo puede significar una cosa: volverse más presente.
¿Cómo evitamos que surja la negatividad y cómo nos libramos de ella?
Evite que surja estando completamente presente. Pero no se desanime. Hay aún pocas personas en el planeta que pueden mantener un estado de presencia continua, aunque algunos están cerca de ello. Siempre que se dé cuenta de que ha surgido alguna forma de negatividad en usted, mírela no como un fracaso sino como una señal útil que le dice: “Despierta. Sal de la mente. Vive el presente”.
Hay una novela de Aldous Huxley titulada La Isla, escrita en sus últimos años, cuando se interesó mucho en las enseñanzas espirituales. Cuenta la historia de un náufrago en una isla remota separada del resto del mundo. Esta isla contiene una civilización única. Lo inusual de ella es que sus habitantes, al contrario de los del resto del mundo, son realmente cuerdos. La primera cosa que el hombre nota son unos papagayos coloridos encaramados en los árboles, que continuamente cotorrean las palabras “Atención. Aquí y Ahora. Atención. Aquí y Ahora”. Luego nos enteramos de que los isleños les han enseñado estas palabras para que les recuerden constantemente mantenerse presentes.
Así que siempre que sienta la negatividad surgiendo en usted, causada por un factor externo, por un pensamiento o por nada en particular de lo que sea consciente, véala como una voz que le dice “Atención. Aquí y Ahora. Despierta”.
Como alternativa para abandonar una reacción negativa, puede hacerla desaparecer imaginando que usted se hace transparente a la causa externa de la reacción. Le recomiendo que practique esto al principio con cosas pequeñas, incluso triviales. Digamos que está sentado tranquilamente en casa. De repente se oye el sonido penetrante de la alarma de un auto al otro lado de la calle. Surge la irritación. ¿Qué sentido tiene la irritación? Ninguno en absoluto. ¿Por qué la creó usted? No lo hizo, fue la mente. Fue totalmente automático, totalmente inconsciente. ¿Por qué la creó la mente? Porque tiene la creencia inconsciente de que su resistencia, que usted experimenta como negatividad o infelicidad de alguna forma, disolverá en alguna medida la condición indeseable. Esto, por supuesto, es un engaño. La resistencia que crea, la irritación o ira en este caso, es mucho más perturbadora que la causa original que está tratando de disolver.
Todo esto puede transformarse en práctica espiritual. Siéntase a sí mismo volviéndose transparente, como quien dice, sin la solidez de un cuerpo material. Ahora permita que el sonido, o lo que sea que cause la reacción negativa, pase a través de usted. Ya no golpeará una “pared” sólida dentro de usted.
En esa forma, usted se vuelve invulnerable. Usted puede decirle a esa persona de todos modos que su conducta es inaceptable, si eso es lo que escoge hacer. Pero esa persona ya no tiene el poder de controlar su estado interior. Usted está entonces en su propio poder, no en el de la otra persona, y tampoco está gobernado por su mente.
He practicado la meditación, he ido a talleres, he leído muchos libros sobre espiritualidad, intento estar en un estado de no resistencia, pero si usted me pregunta si he encontrado paz interior verdadera y duradera, honestamente debo contestar que no. ¿Por qué no la he encontrado? ¿Qué más puedo hacer?
Todavía está buscando afuera, y no puede salir del estado de búsqueda. Yo le diría: no busque paz. No busque ningún otro estado que ese en el que se encuentra ahora; de lo contrario, establecerá un conflicto interior y una resistencia inconsciente. Perdónese a sí mismo por no estar en paz. En el momento en que usted acepte completamente su falta de paz, se transmutará en paz. Ese es el milagro de la entrega.
Usted puede haber oído la frase “ponga la otra mejilla”, que un gran maestro de la iluminación usó hace dos mil años. Estaba tratando de comunicar simbólicamente el secreto de la no resistencia y la no reacción. En esa afirmación, como en todas las otras que hizo, se refería sólo a su realidad interior, no a la conducta externa de su vida.
¿Conoce la historia de Banzan? Antes de convertirse en un gran maestro Zen, pasó muchos años en la búsqueda de la iluminación, pero esta lo eludía. Entonces un día, cuando caminaba por el mercado, oyó una conversación entre un carnicero y su cliente. “Deme el mejor trozo de carne que tenga”, decía el cliente y el carnicero replicó: “Todos los trozos de carne que tengo son el mejor. No hay un trozo de carne aquí que no sea el mejor”. Al oír esto, Banzan se iluminó. Veo que espera una explicación. Cuando usted acepta lo que es, todo trozo de carne -todo momento- es el mejor. En eso consiste la iluminación.




 

 

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