Buscar este blog

domingo, 25 de mayo de 2014

¿Qué cosa buena harás si pagas mal por mal?



Si preparas una comida, que en sí misma carece de sabor, ¿actuarás bien si debido a su gusto insípido echas en ella acíbar y bilis en vez de usar sal, leche y miel? Si a una buena comida añades ingredientes aún mejores, entonces sin duda alguna no cometerás falta; pero si quieras empeorarla con ingredientes aún peores que ella, dime ¿no encontrarás algún hombre con cierta inteligencia que pronto diga: «Qué hace ese necio»?

Entre los hombres aun es más así. Si devuelves su mal con cosas peores, pregúntate a ti mismo si alguna vez su mal se hará mejor. Sin embargo, si pagas el mal que has sufrido con el bien, entonces amortiguarás el mal que hay en tu hermano y fácilmente conseguirás un buen hermano.

Por tanto, si queréis ser buenos nunca paguéis mal por mal, pues si juzgáis y castigáis a los que han pecado contra vosotros, entonces finalmente los volveréis malos, nadie tendrá amor verdadero y no se encontrará cosa buena en nadie.

Con amor y paciencia conseguiréis todo. Sin embargo, si juzgáis y condenáis a los hombres, que a pesar de su ceguera siguen siendo vuestros hermanos, en vez de la bendición del Evangelio sólo sembraréis maldición y discordia entre los hombres de este mundo.

Quien debe ser detenido y conducido por la fuerza todavía es un diablo; solo quien se deja conducir por el amor, por la amabilidad y la paciencia es como un ángel de Dios y es digno de ser un hijo del Altísimo.

Con el amor obtendréis todo, pero con la fuera sólo se despierta de su sueño al diablo. ¿Y qué resultado bueno puede obtenerse en la Tierra del diablo despierto?

Por eso vale mucho más que entre los hombres aumente el amor y la benevolencia y que éstos queden despiertos eternamente. Con eso instan a los diablos a que duerman y se mantengan en calma para que no causen ningún daño en la Tierra.

Quien vive conforme a mi doctrina puede existir y vivir fácilmente. Pero quien vive conforme a su propia vanidad, en general lleno de amor propio y de orgullo, y no puede perdonar de todo su corazón y bendecir diez veces más a quien le ofendió por alguna cosa, tarde o temprano sufrirá las consecuencias infalibles de la hostilidad, amén de que tendrá que pagar su deuda hasta su último cuadrante. ¡Vivid por tanto, en paz y en concordia con todo el mundo! Más vale sufrir una injusticia que causar una sola injusticia ficticia y falsa. Con eso no tendréis vengadores, y los espíritus que de otro modo habrían sido vuestros enemigos serán entonces vuestros ángeles guardianes y os evitarán muchas desgracias.

Esto tiene que ser así según mi voluntad y mi orden inalterables.
gej1.74

No hay comentarios: