¿Estás convencido que comer sano es lo mejor para ti? Cuidado, puedes estar enfermo mentalmente.
Según la psiquiatría la ortorexia es un trastorno de la alimentación caracterizado por una obsesión patológica con consumir alimentos considerados saludables. Las personas que padecen ortorexia están obsesionadas con la calidad y la pureza de los alimentos que consumen, y dedican una cantidad excesiva de tiempo y energía a planificar, adquirir y preparar alimentos que consideran saludables.
A diferencia de otros trastornos alimenticios como la anorexia o la bulimia, donde el foco está en la cantidad de comida o en el control del peso, en la ortorexia el enfoque principal está en la calidad de los alimentos y en evitar cualquier alimento que se considere poco saludable, incluso aquellos que son socialmente aceptables o necesarios para una dieta equilibrada.
La ortorexia puede llevar a una restricción dietética extrema y a un aislamiento social, ya que las personas que la padecen pueden evitar situaciones sociales donde no puedan controlar la calidad de los alimentos que se les ofrecen. Además, puede provocar deficiencias nutricionales y problemas de salud física y mental.
Nueva palabra de moda: "ortorexia nerviosa"
Hoy, en un intento de frenar la fiebre masiva por el cambio y la reforma de la alimentación, la psiquiatría ha dado luz verde a una campaña de relaciones públicas para dar a conocer su nueva palabra de moda: "ortorexia nerviosa", definida como "una obsesión patológica por una alimentación biológicamente pura y sana." En otras palabras, los expertos están avanzando hacia la afirmación de que nuestra demanda de alimentos nutritivos y saludables es un trastorno mental que debe tratarse.
La ortorexia aún no se ha incluido en la última edición de la biblia de la psiquiatría, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM), pero se suele meter en el mismo saco que otros trastornos alimentarios. Si damos un paso atrás y observamos a los que nos imponen esta etiqueta, veremos que los motivos son muy cuestionables.
La psiquiatría en su conjunto está estrechamente relacionada con la industria farmacéutica que fabrica los medicamentos para "tratar" cada uno de estos "trastornos". A menudo son estas empresas las que ejercen influencia entre bastidores para inventar más categorías de salud mental con sus productos tóxicos como respuesta. Este último impulso mediático para popularizar la ortorexia como un trastorno mental con el objetivo de marginar o descarrilar la revolución alimentaria parece haber muerto al llegar.
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