Pocos saben que en 1979 se publicó un estudio científico que disputó el dogma que la terapia antihipertensiva es para restablecer la "normalidad". El móvil para tal tratamiento es el miedo difundido de infarto del miocardio.
A continuación el sumario (en español) del estudio publicado en el Instituto Nacional de Salud (PubMed) del gobierno de los EE.UU.
DOGMA EN DISPUTA
Relación de la reducción de la presión con el primer infarto de miocardio en pacientes que reciben tratamiento para la hipertensión grave.
Por I. MCD. G. STEWART.
Departamento de Medicina, Victoria Hospital, Blackpool, Inglaterra
Con el fin de examinar la creencia generalizada de que el objetivo del tratamiento antihipertensivo debería ser restaurar la "normalidad", el riesgo relativo de infarto de miocardio y muerte súbita se relacionó con el grado de reducción de la presión en una encuesta de 169 pacientes con hipertensión esencial no complicada seguida bajo tratamiento durante un período promedio de 6.25 años.
Además de los efectos de los agentes hipotensores, no hubo diferencias estadísticamente significativas en los factores de riesgo de enfermedad coronaria (C.H.D.) entre los pacientes que tenían y los que no tenían un infarto.
Los valores promedio globales para la presión diastólica final (F.D.P. final diastolic pressure), como se registró por última vez antes del final del estudio, fueron casi los mismos en los dos grupos. Pero el riesgo relativo de infarto de miocardio en los pacientes con F.D.P. reducido a menos de 90 mm Hg fue más de cinco veces que en los pacientes con F.D.P. 100-109 mm de Hg (P menor que 0,01), mientras que en aquellos que habían desarrollado infartos con F.D.P.S de menos de o igual a 90 mmHg, la caída de presión fue marcadamente mayor que en los controles no afectados emparejados para C.H.D. factores de riesgo que incluyeron la forma de tratamiento, la edad, el sexo y la presión diastólica pretratamiento establecida (E.D.P.).
Por lo tanto, parece que, en hipertensos graves de mediana edad, los intentos de "normalización" de la hipertensión arterial pueden precipitar tantos infartos como los prevenga.
Otras complicaciones cardiovasculares no superaron la incidencia esperada durante el tratamiento.
Los hallazgos sugieren que la presión sanguínea en tales pacientes RARA VEZ DEBERÍA REDUCIRSE en más de 22% o en niveles diastólicos menores de 104-110 mm Hg.
Fuente:
PubMed.gov
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/86103
The Lancet Volume 313, No. 8121, p861–865, 21 April 1979
https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(79)91274-1/fulltext
Texto original:
Relation of reduction in pressure to first myocardial infarction in patients receiving treatment for severe hypertension.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/86103
by Stewart IM.
Lancet. 1979 Apr 21;1(8121):861-5.
Abstract
In order to examine the widely held belief that the aim of antihypertensive therapy should be to restore "normality," the relative risk of myocardial infarction and sudden death was related to the extent of pressure reduction in a survey of 169 patients with uncomplicated essential hypertension followed-up under treatment over a mean period of 6.25 years. Apart from the effects of the hypotensive agents, there were no statistically significant differences in coronary heart-disease (C.H.D.) risk factors between the patients who had and those who did not have an infarction. Overall average values for final diastolic pressure (F.D.P.), as last recorded before the end of the study, were almost the same in the two groups. But the relative risk of myocardial infarction in the patients with F.D.P. reduced to less than 90 mm Hg was more than five times that in the patients with F.D.P. 100--109 mm Hg (P less than 0.01), while in those who had developed infarcts with F.D.P.S of less then or equal to 90 mmHg the pressure falls were all markedly greater than in unaffected controls matched for C.H.D. risk factors that included form of treatment, age, sex, and established pre-treatment diastolic pressure (E.D.P.). Thus it would seem that, in severe middle-aged hypertensives, attempts at "normalisation" of high blood-pressure may precipitate as many infarctions as it prevents. Other cardiovascular complications did not exceed the incidence expected during treatment. The findings suggest that the blood-pressure in such patients should seldom be reduced by more than 22% or to diastolic levels less than 104--110 mm Hg.
PMID:86103 [Indexed for MEDLINE]
Leer el Paper original:
http://booksc.org/ireader/24117510
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