Este informe trata sobre el mayor número de enfermedades adjudicado por solo una causa. Durante los últimos 300 años, la forma de realizar los tratamientos conducto ha cambiado muy poco.
Por lo general se desconoce que la extensión del conducto realizado en el diente termina en el maxilar superior o inferior. La perforación en el diente, que pasa ser llamada conducto, es rellenada con formaldehído, mentol, fenol, alcanfor, entre otros. Esto se repite hasta que el diente deja de producir dolor, es decir, hasta cuando está completamente muerto.
Los dientes no son solo grandes trozos de esmalte calcificado. Son parte de nuestro cuerpo y tienen sensiblidad. El objetivo es perforar la pieza y rellenarla hasta un milímetro del final del diente.
Muchos terminan sobresaliendo esto. Se afirma que un diente muerto no puede afectar la salud, pero esto es una falsa creencia:
Las pruebas han demostrado que muchos tratamientos de conducto llegan al hueso.
Resulta imposible remover todo el tejido muerto y las bacterias de los conductos.
El sistema endocrino se ve seriamente afectado por algunos de los venenos liberados de los tratamientos de conducto mal terminados.
Los dentistas llaman al diente que ha sido sometido a este proceso “tejido muerto”, “no vital”, o “sin pulpa”, según suene mejor, insistiendo que a pesar de esto, la pieza no esta muerta. Un diccionario resulta útil aquí: Muerto = sin vida, No vital = fatal para la vida, Sin pulpa = sin circulación de sangre.
Por lo tanto muerto es muerto sin importar que nombre se le dé. No existe tal cosa como un “poco muerto”
Se han encontrado 88 tipos de bacterias que pueden vivir en un diente muerto. La mayoría de ellas anaeróbicas. Todos los materiales usados para desinfectar la raíz después de realizar la perforación son muy tóxicos. Fenol, óxido de calcio, fenol alcanforado, alcanfor y formaldehído. Este último es extremadamente cancerígeno. Vale mencionar que estos componentes hen sido usados por más de 100 años.
Weston Price, famoso investigador en odontología, comentó: No hay espacio para discusión. Se deben eliminar todas las bacterias en el conducto si se desea obtener un resultado exitoso en el tratamiento.
Sin embargo, el demostró que la única forma de dejar a un diente libre de bacterias perjudiciales es
¡hirviendolo por 30 minutos!
Muchos endodoncistas admiten ahora que es imposible estirilizar un diente. No hay medicamentos o drogas capaces de lograr esto. Sin importar las subtancias que se usen para estilizar, aun es posible que crezcan cultivos en las sustancias desinfectantes usadas en el tratamiento. Es más se ha demostrado que existen bacterias en un tratamiento de conducto que pueden crecer incluso sobre formaldehído.
La Asociación Dental Americana no tiene tapujos al declarar: “Los microbios permanecen en los conductos dentales de las piezas tratadas con endodoncia (tratamiento de conducto), pero esto no representa un amenaza para la salud”.
Los microbios anaeróbicos producen sustancias extremadamente peligrosas llamadas endotoxinas. Es bien sabido que las endotoxinas se encuentran comúnmente en los tratamiento de conducto y que se filtran desde el diente al tejido circundante, transportándose por lo tanto, al resto del cuerpo.
Más info: http://www.rooted.tv/ (inglés)
Un fuerte testimonio de una victima de la endodoncia o tratamiento de conductos
(gracias ber!): http://mortallll.googlepages.com/home
Texto extraido por la revista El Guardian de la Salud de. Nº 34
Fuente: https://llamadoalaconciencia.wordpress.com/2010/04/07/los-peligros-del-tratamiento-de-conducto-dental/
No hay comentarios:
Publicar un comentario