Frecuentes estancias en el sol para aumentar los niveles de vitamina D en la sangre, podría reducir a la mitad el riesgo de cáncer de mama. Los investigadores de la Universidad de California en San Diego, EE.UU. llegaron a esta conclusión. Apenas unos meses antes, un equipo de investigadores dirigido por la profesora Laura N. Anderson de la Universidad de Toronto, Canadá, llegaron a resultados similares.
Tras el análisis y evaluación de los datos de 11 estudios internacionales, los investigadores de San Diego recomiendan un nivel de vitamina D de 47 ng / ml en la sangre. Incluso esta directriz puede reducir el riesgo de cáncer de mama en la mitad. En resumen, esto significa que las mujeres se diagnostican con mayor frecuencia con niveles séricos bajos en comparación con aquellos con un alto de cáncer de mama.
Aparte de los resultados obtenidos por las universidades de Toronto y San Diego, los Centros de Investigación del Cáncer alemanes han obtenido resultados similares. Esto centros pudieron demostrar adicionalmente a través de sus estudios que el cáncer de mama de los participantes con niveles séricos bajos tenían un riesgo significativamente mayor de morir de la enfermedad que aquellos con mayores niveles de vitamina D. Incluso después de la curación de los pacientes con niveles mayores de vitamina D tenían una mejor oportunidad para que el cáncer no vuelva más. Tras el análisis y evaluación de los datos de 11 estudios internacionales, los investigadores de San Diego recomiendan un nivel de vitamina D de 47 ng / ml en la sangre. Incluso esta directriz puede reducir el riesgo de cáncer de mama en la mitad. En resumen, esto significa que las mujeres se diagnostican con mayor frecuencia con niveles séricos bajos en comparación con aquellos con un alto de cáncer de mama.
Basándose en los resultados, a los que llegó la profesora Laura N. Anderson con su grupo de investigación, es suficiente la estancia en el sol de unas 20 horas a la semana de. Las mujeres que habían estado en el estudio, más de 21 horas a la semana en el sol, pudieron reducir su riesgo de cáncer de mama entre el 30 al 50 por ciento. Con esto una vida en la sombra es demostrablemente poco saludable. Sobre todo las mujeres entre 60 y 74 años se beneficiaron de la salud con estancias al sol y en el aire fresco.
Estos datos son apoyados por los estudios británicos y noruegos. Ellos han descubierto que la tasa de mortalidad de pacientes con cáncer de mama durante los meses de verano ha sido significativamente menor que en los meses restantes del año. En resumen, los estudios de los EE.UU., Canadá y Alemania, pero también Noruega e Inglaterra, muestran que el sol y la vitamina D no solo hacen bien a nuestro organismo, sino también evidencian tener un efecto curativo y preventivo.
Estudios:
* Laura N. Anderson y otros, la exposición solar ultravioleta durante la adolescencia y edad adulta y el riesgo del cáncer de mama: Estudio de control de casos con base poblaciona entre las mujeres de Ontario, revista "American Journal of Epidemiology", agosto de 2011, 174 (3): 293-304.
* Alina Vrieling et al, la 25-hidroxivitamina D y la supervivencia post-menopáusicas con cáncer de mama: Un estudio prospectivo de cohortes de pacientes, Investigación del cáncer de mama, 2011, 13 / 4, publicado previamente en línea 26 / julio / 2011.
Fuente:
Sonne halbiert das Risiko auf Brustkrebs
http://www.openpr.de/news/566377/Sonne-halbiert-das-Risiko-auf-Brustkrebs.html
Sonne halbiert das Risiko auf Brustkrebs (Alemán)
Traducción google:
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