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lunes, 26 de octubre de 2020

El corazón fortalecido por fuerza superior

Sea la pandemia real o no, no cambia el hecho que estamos en una crisis globalizada. Exista o no un gobierno profundo, hay que reconocer que, por primera vez en la historia de la humanidad, casi todos los países se han sometido a una misma línea estratégica.

Sea la inteligencia que sea la que gobierne el mundo, hay que reconocer que lo ha hecho ingeniosamente. El hecho es que casi todos los países, a través de sus gobernantes, se han sometido a las directivas de este gobierno, sea físico o invisible.

Independientemente del fundamento del corazón de los guías ocultos que coordinan esta nueva orientación, han tenido una gran habilidad para lograr que casi toda la humanidad acepte pautas como cuarentenas, mascarillas, vacunas, confinamientos y distanciamiento social.

Independientemente si hay maldad o no con esta "nueva normalidad", el hecho es que casi toda la humanidad lo ha aceptado, incluso más o menos de buena gana.

Sin embargo, existe un pequeño porcentaje de personas que ha observado ciertas incoherencias científicas, sociales, sanitarias y económicas en el manejo de la crisis que lleva a pensar que hay maldad en la dirección tomada. Se cree que la intencionalidad radica en reducir la población mundial de varias maneras.

Por ejemplo, al destruir la economía mundial, habrá más pobreza, a mayor pobreza más difícil podrá la humanidad resistirse a los lineamientos reductores de la población. Muchos programas no tienen sentido como la supuesta protección que ofrece la inoculación de un virus atenuado.

La verdad es que estos lineamientos no empezaron este año, ya vienen ejecutándose desde hace muchas décadas, sino siglos.

A nivel social, las diferentes ideologías promovidas por el gobierno profundo tienden a lo mismo. El movimiento feminista dificulta la predisposición de las mujeres a tener muchos hijos, el movimiento artificial de promoción a la homosexualidad también conlleva aque las uniones de parejas del mismo género eviten el nacimiento de más niños. Y últimamente la ideología de género es la cúspide de este programa reductor.

A nivel salud, casi toda la medicina farmacéutica incluida sus vacunas protectoras hacen que la humanidad viva cada vez más enferma y menos años, además del sometimiento de la humanidad para el enriquecimiento de la industria que está al servicio del estado profundo.

¿Cuál es la salida?

En física se conoce que cuando compiten dos fuerzas que luchan entre sí, ganará la fuerza mayor. Estamos ante dos fuerzas, la del estado profundo que evidentemente es la dueña de casi toda la riqueza económica mundial, y la de aquellos hombres y mujeres despiertos ante el manifiesto teje y maneje del susodicho gobierno.

Es evidente que la fuerza de los "despiertos" es mucho menor. La única forma de contrarrestar es recurrir a la ayuda de una fuerza superior.

Ejemplos hay varios en la historia de la humanidad. La fuerza del pastor David era muy inferior a la de Goliat, pero en el momento de la lucha, David declaró públicamente que él era apoyado por esa fuerza superior y al final tuvo éxito.

Esa es la única manera en la que el movimiento actual que es conocido como patriotas pueda tener éxito. Que recurra a una fuerza superior. De lo contrario las leyes de la física seguirán su curso.

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