El camino de la espiritualidad es una verdadera gran ayuda para todos los problemas de salud.
La
espiritualidad no es un tema de la psiquis o del alma; tampoco del
intelecto o el raciocinio. Ni siquiera de los sentimientos,
enamoramientos o apasionamientos ni filosófico. La espiritualidad, como
lo explica nuestro idioma, es lo "perteneciente o relativo al espíritu".
El espíritu es la base de la espiritualidad.
Muchos
le han dado otros nombres, pero en el fondo se trata siempre del
espíritu. C. G. Jung lo denomina el inconsciente colectivo como la
fuente de los arquetipos; Eckhart Tolle, el ser, el silencio, el
no-tiempo, el presente; Milton Erickson, el inconsciente; Cristo, el
espíritu santo; la cultura del sáncrito, el ātman.
Si
bien muchas religiones han tergiversado la espiritualidad y llevan a
muchos de sus feligreses por caminos destructivos, algunos han logrado
tomar un camino de altísima espiritualidad a pesar de haber sido
perseguidos dentro de sus propias iglesias.
Lo
sensato es: no tirar todo por la borda, sino tomar lo bueno (la
espiritualidad) y desechar lo ya inservible (las ceremonias exteriores)
de aquellas religiones.
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