»A
vosotros, médicos y cirujanos que leáis este Paréntesis, con cuyo
provecho os sera dado alcanzar la categoría de verdaderos médicos, debo
deciros para empezar, que no debéis considerarme ignorante en vuestros
libros solo porque marchemos por diferentes caminos. El que no os
acompañe se debe simplemente a que ni
vuestro estilo, ni vuestra practica, ni el conocimiento que tenéis de
las causas (perfectamente erróneo), nos convence en nada, como vamos por
otra parte a repetir y demostrar a continuación.
No es la rareza de vuestras curaciones milagrosas ni la abundancia de los enfermos que, habiéndose sometido a vuestros cuidados, os han abandonado luego (algo que nos asombra poco), sino que a pesar de ello sigáis glorificando más allá de toda medida a vuestros maestros Caldeos, Griegos y Árabes. Ya que, según el testimonio de sus escritos, la misma suerte cupo a aquellos enfermos que a lo vuestros de hoy en día, de los que han acabado por morir la mayor parte.
La verdad es que ni esos libros debilitan los nuestros, ni sus métodos (de los que en realidad no tenéis la menor idea) impugnan ni destruyen los que nosotros practicamos. Deberían pensar, por el contrario, en no combatirnos con tales armas, que al fin y al cabo son las mismas que nosotros empleamos hoy a nuestro favor y en verdad os digo que no lograran con ello mas que favorecernos.
Si en nuestros libros omitimos muchas cosas es porque las mismas se encuentran ya correctamente en las obras antiguas, lo que no. dejamos de reconocer y señalar siempre que es preciso o conveniente, sin negar a cada autor la originalidad que le corresponde. Sin embargo, no nos expresamos nunca de ese modo mas que cuando hablamos de los métodos de la Medicina natural, en la que vosotros pretendéis, con notoria insolencia, ser considerados como sabios eminentes. Y os digo que ya que insistís en rechazar con tanta arrogancia los conocimientos de las otras cuatro sectas, debo admitir que lo hacéis así, sencillamente, porque no los habéis estudiado ni comprendido.
A pesar de lo que afirmáis, os diré también que Hipocrates ha estado mucho mas cerca de la secta espiritualista que de la Medicina natural, por mas que no haya hecho mención de tales diferencias en sus escritos; que Galeno obro mucho mas de acuerdo en general con la Medicina caracterológica y con los presagios que con la Medicina natural; y que otro tanto puede referirse de igual modo a muchos otros autores.
Igualmente os diré que si bien es cierto que los Secretos, Misterios y Fuerzas sobrenaturales (Facultates) pueden ser considerados a justo titulo como "Magnalia artis", en la mayoría de los casos permanecen ocultos o escondidos (supprimuntur), por lo que convendrá ir a su busca por vías mas lentas (via longationis) y mas seguras, que nos permitan contemplar, recorrer, repasar y comparar nuestras observaciones con todo detenimiento.«
No es la rareza de vuestras curaciones milagrosas ni la abundancia de los enfermos que, habiéndose sometido a vuestros cuidados, os han abandonado luego (algo que nos asombra poco), sino que a pesar de ello sigáis glorificando más allá de toda medida a vuestros maestros Caldeos, Griegos y Árabes. Ya que, según el testimonio de sus escritos, la misma suerte cupo a aquellos enfermos que a lo vuestros de hoy en día, de los que han acabado por morir la mayor parte.
La verdad es que ni esos libros debilitan los nuestros, ni sus métodos (de los que en realidad no tenéis la menor idea) impugnan ni destruyen los que nosotros practicamos. Deberían pensar, por el contrario, en no combatirnos con tales armas, que al fin y al cabo son las mismas que nosotros empleamos hoy a nuestro favor y en verdad os digo que no lograran con ello mas que favorecernos.
Si en nuestros libros omitimos muchas cosas es porque las mismas se encuentran ya correctamente en las obras antiguas, lo que no. dejamos de reconocer y señalar siempre que es preciso o conveniente, sin negar a cada autor la originalidad que le corresponde. Sin embargo, no nos expresamos nunca de ese modo mas que cuando hablamos de los métodos de la Medicina natural, en la que vosotros pretendéis, con notoria insolencia, ser considerados como sabios eminentes. Y os digo que ya que insistís en rechazar con tanta arrogancia los conocimientos de las otras cuatro sectas, debo admitir que lo hacéis así, sencillamente, porque no los habéis estudiado ni comprendido.
A pesar de lo que afirmáis, os diré también que Hipocrates ha estado mucho mas cerca de la secta espiritualista que de la Medicina natural, por mas que no haya hecho mención de tales diferencias en sus escritos; que Galeno obro mucho mas de acuerdo en general con la Medicina caracterológica y con los presagios que con la Medicina natural; y que otro tanto puede referirse de igual modo a muchos otros autores.
Igualmente os diré que si bien es cierto que los Secretos, Misterios y Fuerzas sobrenaturales (Facultates) pueden ser considerados a justo titulo como "Magnalia artis", en la mayoría de los casos permanecen ocultos o escondidos (supprimuntur), por lo que convendrá ir a su busca por vías mas lentas (via longationis) y mas seguras, que nos permitan contemplar, recorrer, repasar y comparar nuestras observaciones con todo detenimiento.«
Fuente:
Paracelso - "Opera Omnia",
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