Reflujo faringolaríngeo: síntomas, diagnóstico y tratamiento
¿Tienes la sensación constante de que hay una flema en tu garganta, como una telilla que no sube ni baja? ¿O quizás padeces de una tos crónica desde hace años, sin expulsar moco alguno? También es posible que sientas una presión continua en el cuello, conocida como globo faríngeo.
Bienvenido a mi canal. Mi nombre es Ignacio Alcalá, soy médico especialista en otorrinolaringología, y en este video vamos a hablar sobre el origen más probable de estos síntomas: el reflujo faringolaríngeo.
Nota importante: Este contenido es de carácter divulgativo y no sustituye el consejo médico. Si tienes alguno de estos síntomas, te recomiendo acudir a un especialista.
¿Qué es el reflujo faringolaríngeo?
También conocido como reflujo atípico, consiste en molestias en la garganta y cuello debido a un problema gástrico. Hasta un 10% de los pacientes que visitan al otorrinolaringólogo presentan este problema.
Pero, ¿cómo puede un problema del estómago causar molestias en la garganta? Existen dos teorías principales:
- Teoría del reflujo: Los ácidos del estómago suben por el esófago y llegan a la garganta. Componentes como la pepsina o los ácidos biliares irritan la laringe, alterando su sensibilidad y provocando tos crónica.
- Teoría del reflejo: El nervio vago, que conecta el cuello con el estómago y diafragma, puede estar hiperreactivo. Esto genera síntomas en la garganta sin que haya presencia directa de ácido.
Diagnóstico del reflujo faringolaríngeo
Si tienes estos síntomas, es probable que hayas visitado múltiples especialistas (otorrinolaringólogos, alergólogos, neumólogos, etc.). Esto ocurre porque las pruebas disponibles tienen un valor diagnóstico limitado. Entre las pruebas más comunes están:
- Laringoscopia: Permite observar irritación en la laringe, hipertrofia de la base de la lengua o enrojecimiento. Aunque no confirma el diagnóstico, es útil para descartar problemas graves como cáncer.
- Gastroscopia: Explora los esfínteres del esófago para evaluar si funcionan correctamente.
- pHmetría: Mide la presencia de ácido en el esófago y, en casos avanzados, en la boca. Sin embargo, esta técnica aún está en desarrollo y no se ofrece ampliamente.
En muchos casos, el diagnóstico se realiza mediante un tratamiento empírico, es decir, probando medicamentos para observar la respuesta.
Tratamiento del reflujo faringolaríngeo
El tratamiento requiere un enfoque multidisciplinar y suele incluir:
- Inhibidores de la bomba de protones (como el omeprazol): Se administra durante 6-8 semanas para reducir el ácido gástrico.
- Procinéticos: Ayudan a mejorar el movimiento del esófago y el estómago, evitando el ascenso del ácido.
- Neuromoduladores (como la gabapentina o amitriptilina): Útiles para tratar la hiperreactividad del nervio vago en casos de tos crónica seca.
Síntomas principales
- Sensación de flema: Frecuente en pacientes con problemas gástricos.
- Tos seca crónica: Provocada por el ácido o por la alteración del nervio vago.
- Sensación de globo faríngeo: Presión en la garganta, incluso sin síntomas clásicos de acidez.
El reflujo faringolaríngeo se denomina "atípico" porque no siempre incluye síntomas evidentes como acidez o regurgitación.