En el año 2008 el prestigioso diario alemán, DIE ZEIT, nos había aclarado que el cuento de que "el ADN es invariable" había sido falso. Lo peor de todo es que hasta el día de hoy la gente no lo sabe. Lo más triste es que el mismo diario Die Zeit ha borrado este nuevo conocimiento en el año 2022.
¿Los nuevos herejes serán los que creen en la ciencia y la santa inquisición no tardará en ser instaurada?
MATERIAL GENÉTICO EN DISOLUCIÓN
DIE ZEIT, número 25, 2008
Por Ulrich Bahnsen
© DIE ZEIT, 12/06/2008 N° 25
Palabras clave: ingeniería genética ciencia ciencia natural
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Se consideraba que el genoma era el modelo inmutable del ser humano, que se define al comienzo de nuestra vida. La ciencia tiene que decir adiós a esta idea. En realidad, nuestra composición genética cambia constantemente.
Hace dos años, en la Universidad de California, Berkeley, 25 genetistas se reunieron para responder la pregunta aparentemente simple: ¿Qué es un gen? Sin embargo, el intento de definir con precisión el concepto básico de su campo resultó extremadamente difícil. La reunión de expertos estuvo a punto de terminar en un desastre, recuerda Karen Eilbeck, profesora de Genética Humana en Berkeley y anfitriona de la ronda: »Tuvimos reuniones que duraron horas. Todo el mundo le gritaba a todo el mundo".
La disputa en Berkeley tiene poco que ver con la vanidad de la investigación. Fue un primer síntoma de que las ciencias de la vida, que aún pasan desapercibidas para el público, se enfrentan a un punto de inflexión. Lo que los investigadores sacan a la luz en las cadenas de cromosomas de humanos o animales rompe los patrones de pensamiento genéticos anteriores. Al igual que a principios del siglo XX, cuando Einstein y sus compañeros de armas formaron una nueva visión física del mundo, la era de la genética relativista puede estar comenzando ahora.
En particular, la investigación médica se enfrenta a nuevos desafíos. Las primeras líneas son reconocibles: el cuerpo y el alma, su salud, su enfermedad, su desarrollo y su envejecimiento están sujetos a una interacción genética cuya complejidad supera todas las ideas anteriores. Los genetistas deben abandonar su imagen de un genoma estable en el que los cambios son excepciones patológicas. La composición genética de todas las personas cambia constantemente. El resultado: cada organismo, cada ser humano, incluso cada célula del cuerpo es un universo genético en sí mismo.
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https://docs.google.com/document/d/e/2PACX-1vTjbMUJbxLv0s76Ijd-1Ki4f3WXiDFipRCTWgt62ljlS3c9HZDE0BEr1pkHRmX1MdDdN7S17sOVqDkR/pub
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