Alfred R. Wallace, biólogo británico, declaró en 1898:
«La vacunación es un engaño gigantesco. Nunca ha salvado una sola vida y ha sido la causa de tantas enfermedades, muertes, sufrimiento y cosas completamente innecesarias e inmerecidas. La vacuna será considerada por la generación venidera entre los mayores errores de una era ignorante y llena de prejuicios. La aplicación de la ley se convertirá en la peor mancha de la medicina».
Ha pasado ya más de 125 años y vemos que el hecho de haber ignorado estas advertencias y palabras proféticas ha llevado a transformar a millones de niños en autistas y asmáticos crónicos; y desde 2020 ha causado daños cardíacos permanentes y accidentes cerebrovasculares, y millones de muertes en todo el mundo. Este doloroso resultado se produjo porque la humanidad no enfrentó enérgicamente a la mentira desde sus inicios.
Nunca es tarde para aprender, observar, tomar lo bueno y desechar lo malo.
«La vacunación es un engaño gigantesco. Nunca ha salvado una sola vida y ha sido la causa de tantas enfermedades, muertes, sufrimiento y cosas completamente innecesarias e inmerecidas. La vacuna será considerada por la generación venidera entre los mayores errores de una era ignorante y llena de prejuicios. La aplicación de la ley se convertirá en la peor mancha de la medicina».
Ha pasado ya más de 125 años y vemos que el hecho de haber ignorado estas advertencias y palabras proféticas ha llevado a transformar a millones de niños en autistas y asmáticos crónicos; y desde 2020 ha causado daños cardíacos permanentes y accidentes cerebrovasculares, y millones de muertes en todo el mundo. Este doloroso resultado se produjo porque la humanidad no enfrentó enérgicamente a la mentira desde sus inicios.
Nunca es tarde para aprender, observar, tomar lo bueno y desechar lo malo.