Carta escrita por un padre (23 de noviembre de 2003)
Walker tenía tres años y medio cuando le diagnosticaron autismo severo-moderado y dispraxia. No hablaba aún y los especialistas nos dijeron que podía no llegar a hablar nunca.
Siguiendo los consejos de algunos investigadores, lo sometimos a una estricta dieta libre de gluten y caseína. Tuvimos éxito, pero pensábamos que se podía hacer más. No fue hasta que consultamos con usted, doctora Natasha Campbell, acerca del plan nutricional cuando me di cuenta de que había un largo camino por recorrer, en términos de una alimentación sana, para curar el intestino de Walker. Lo irónico fue que siempre nos hemos considerado una familia relativamente saludable y conscientes de serlo. Al analizar nuestra dieta, rápidamente me di cuenta de que habíamos caído en la trampa de comer alimentos procesados y tratados químicamente. Comenzamos a seguir sus consejos de comer alimentos en su forma natural o crudos. Vimos cambios inmediatos en Walker. En pocas semanas Walter pronunció su primera frase y ¡el resto es historia!
El asesoramiento nutricional que nos dio fue muy valioso para la recuperación de Walker. Aquí utilizo el término "recuperación" porque mi hijo (que ahora tiene 5 años) asiste hoy a una escuela común y corriente y tiene muchos amigos. De hecho ¡es una "mariposa social"! Está aprendiendo a un ritmo normal y su autismo y dispraxia son casi indetectables.
Cualquiera que conociera a Walker hace dos años no podría creer la transformación que ha experimentado. ¿Cómo puede ser que un niño casi sin emociones y aislado del resto del mundo sea el mismo de ahora? ¡Es simplemente increíble!
Hoy en día, cuando hablo con la gente acerca de "dieta y nutrición", no entienden muy bien cómo la comida puede afectar a una persona de esa manera. Después de todo, es muy difícil para alguien que no ha visto lo que nosotros hemos pasado que comprenda este milagro plenamente.
Aunque se han escrito muchos libros con dietas para personas con autismo, TDAH, TDA, etc. (y yo los he leído todos), no he encontrado ninguno que sea similar al que usted escribe con sus consejos de nutrición. De hecho, muchos de esos libros sugieren alimentos que yo sé que causan un gran daño a Walker. Las investigaciones que hablan específicamente de una dieta estricta libre de gluten y caseína son sólo la punta del iceberg... ¡Hay mucho más que eso! Me siento muy frustrada cuando veo a todas esas familias comprando alimentos procesados libres de gluten y de caseína, que contienen sin embargo ingredientes dañinos. Son muy a menudo los mismos padres que están encantados de descubrir que la "coca cola light" y las patatas fritas se elaboran sin gluten y caseína y ¡salen a comprarlos de forma masiva! ¡Ufff!
Holly Branch, madre de Walker.
Surrey, Reino Unido.
Fuente: Tomado del libro: "El síndrome del intestino y la psicología GAPS", por la doctora Natasha Campbell-McBridge