En la antigüedad la palabra “fármaco” se usaba en contextos mágico-religiosos, como hechizos, brebajes o rituales (de ahí el vínculo con la palabra "hechicero" o "brujería" en algunos contextos antiguos).
Más detalles
La palabra "fármaco" proviene del griego antiguo φάρμακον (phármakon), que tiene una etimología particularmente interesante y ambigua.
Etimología:
- Griego: φάρμακον (phármakon) Significaba sustancia, remedio o veneno. Podía referirse tanto a una cura como a un veneno, dependiendo del contexto y la dosis.
Evolución:
- En latín pasó como pharmacum, con un significado similar.
- En castellano medieval se usaron formas como farmacon o fármaco, hasta consolidarse en el uso moderno.
Significados en la antigüedad:
- Ambivalente: Un phármakon podía salvar o matar.
- También se usaba en contextos mágico-religiosos, como hechizos, brebajes o rituales (de ahí el vínculo con la palabra "hechicero" o "brujería" en algunos contextos antiguos).
Hoy:
- "Fármaco" se refiere a una sustancia que sirve para prevenir, aliviar, tratar o curar enfermedades.